Freese, de 28 años, nacido en Corpus Christi (Texas) no iba a tener ningún consideración con el equipo tejano de la Liga Americana y volvió a ser su verdugo en la ofensiva y estableció nueva marca de carreras impulsadas en la fase final.
El tercera base de los Cardenales, que siempre tuvo el bate oportuno durante toda la fase final del campeonato, pegó doble de dos carreras para imponer marca en los duelos del Clásico de Otoño.
Con su doble de dos carreras en el primer episodio Freese llegó a las 21 carreras impulsadas la mejor marca en una fase final de las Grandes Ligas.
“Ha sido un sueño hecho realidad, ayer estuvimos por dos veces a las puertas de la eliminación y hoy celebrando un título de campeones de la Serie Mundial”, declaró Freese. “Todo el equipo levantó la cabeza cuando fue necesario y luchamos de principio a fin como una familia”.
Freese empató y posteriormente rompió la marca de oportunidades consecutivas con el bate, al igualar a otros tres jugadores con 19 impulsadas, con su vuelacercas en el décimo primer episodio del sexto juego de la serie, que los Cardenales ganaron (10-9) viniendo de atrás.
Pero impuso marca en el primer episodio del séptimo juego al desequilibrar los servicios del abridor zurdo Matt Harrison (0-2), que iba a cargar con la derrota.
Los otros jugadores con 19 remolcadas en una fase final son el dominicano David Ortiz, jugando para los Medias Rojas de Boston, en la Serie Mundial del 2004, Scott Spiezio, haciéndolo para los Angelinos de Los Ángeles en el 2002, y el puertorriqueño Sandy Alomar Jr., para los Indios de Cleveland, en 1997.
El doble de Freese también marcó la tercera ocasión consecutiva en que el antesalista empataba la pizarra o le daba ventaja a los Cardenales.
Una noche anterior Freese pegó triple de dos carreras en el noveno episodio para mandar el juego a extra innings, y en el undécimo pegó cuadrangular para darle la victoria a los Cardenales.
Freese, que también fue el primero del equipo y de las Grandes Ligas en ganar los premios de MVP de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y del Clásico de Otoño, aportó .348 (8-23) de promedio de bateo, incluidos cinco imparables que fueron de extra bases, siete carreras impulsadas y anotó cuatro.
“Es algo increíble ver como cerca de 50.000 espectadores no abandonan el campo para seguir disfrutando con nosotros del triunfo que hemos conseguido”, declaró Freese. “Todo el equipo tuvo confianza y carácter ganador porque nos sentimos como una familia”.
Freese, que dijo que no había forma de explicar lo que sucedió desde el pasado mes de septiembre cuando el equipo comenzó a remontar, destacó que al final los Cardenales merecieron ganar.
“Es una gran carrera y el equipo se merecía este triunfo”, declaró Freese. “Nunca nos dimos por vencidos y siempre confiamos que podías alcanzar el gran sueño del título de la Serie Mundial”, agregó.