Alonso se exhibió en el circuito de Hockenheim, donde mostró de nuevo su enorme talento en la cronometrada principal, en la que afrontó con maestría todo tipo de situaciones; pilotó sobre seco, mojado y en condiciones de lluvia extrema; y logró la vigésima segunda ‘pole’ de su carrera en F1, la segunda de la temporada -después de la de hace dos semanas, en Silverstone (Inglaterra)- y la cuarta desde que lidera deportivamente la escudería Ferrari.
Bajo la intensa lluvia que caía durante la tercera ronda de calificación (Q3), el genial piloto asturiano cubrió los 4.547 metros de la pista alemana -a la que mañana, domingo se darán 67 giros, para cubrir un total de 306,4 kilómetros- en un tiempo de un minuto, 40 segundos y 621 milésimas, cuatro décimas redondas menos que el alemán Sebastian Vettel (Red Bull), que arrancará a su lado en la primera fila.
Alonso -que en los lluviosos ensayos del viernes ya había rodado bien en seco, luego con humedad y, sobre todo, en condiciones de lluvia extrema-, ya había avisado en el último ensayo libre, disputado por la mañana, en seco, hasta siete minutos antes del cierre, que coincidió con un brutal aguacero.
Fernando marcó en el ensayo de hoy el mejor tiempo de los tres entrenamientos previos a la cronometrada principal (1:16.014), inferior en 77 milésimas al del inglés Lewis Hamilton (McLaren), que disputa en Alemania su centésimo Gran Premio y que mañana arrancará desde el séptimo puesto.
A la sensacional puesta en acción tampoco le venían nada mal las noticias que anunciaban que el francés Romain Grosjean (Lotus), el alemán Nico Rosberg (Mercedes) y, en especial, el australiano Mark Webber (Red Bull) -segundo en el Mundial, a trece de los 129 puntos que suma Alonso- perderían cinco puestos en parrilla, al haber cambiado la caja de cambios. De uso preceptivo durante cinco carreras seguidas.
Por ese motivo, Webber, que viene de ganar en Silverstone y que está recién renovado con la escudería austríaca, saldrá octavo, en lugar del tercero logrado en pista.
Desde la segunda hilera saldrán los alemanes Michael Schumacher (Mercedes) y Nico Huelkenberg (Force India), que avanzaron -por la sanción a Webber- un puesto. Y justo detrás de ellos, en quinta posición, el venezolano Pastor Maldonado (Williams) -ganador en mayo del Gran Premio de España-, que había sido el mejor en el lluvioso segundo ensayo del viernes y que arrancará al lado del inglés Jenson Button (McLaren).
El otro español, Pedro de la Rosa (HRT), se quedó fuera de la Q1, acompañado, como era de esperar, por su compañero indio Narain Karthikeyan, los Caterham y los Marussia, a los que se sumó el belga Jean-Eric Vergne (Toro Rosso). En la que Alonso marcó el cuarto.
La mayor sorpresa en la segunda sesión, aunque relativa, ya que se disputó bajo un intenso aguacero, la protagonizaron el mexicano Sergio Pérez -duodécimo, que en la Q1 había marcado el segundo tiempo, detrás del finés Kimi Raikkonen (Lotus, décimo)- y Felipe Massa -decimocuarto-, compañero de Alonso en Ferrari, que no lograron pasar el corte de los mejores diez, al igual que los sancionados Rosberg y Grosjean.
Posteriormente, ‘Checo’ fue sancionado por los jueces, al considerar que había molestado a Alonso y a Raikkonen, con la pérdida de cinco puestos en parrilla, por lo que el piloto mexicano arrancará mañana desde la decimoséptima posición.
Los sustos y los ‘paseos’ se prodigaron; y la situación llegó a preocupar al doble campeón mundial asturiano, que comunicó por radio que era demasiado arriesgado seguir en pista, por lo que regresó a ‘box’, de nuevo con el cuarto tiempo de la sesión.
En la tercera, reservada a los mejores diez, la lluvia cayó con menor intensidad, pero la pista no estuvo exenta de peligrosidad. Entonces, Ferrari se sacó un as bajo la manga y ejecutó una vez más una estrategia que resultó ganadora: cambió los neumáticos del monoplaza de Alonso, de lluvia extrema, por otro juego de idéntico compuesto, pero sin usar.
La jugada salió redonda, porque el resto ya lo puso Fernando, que exhibió una vez más sobre la pista en la que ya ganó en 2005 y 2010 toda la genialidad que le señala como uno de los más grandes de la historia.
Mañana podría firmar, en su última carrera con treinta años, su trigésima victoria en la categoría máxima. Marca que sólo superan cuatro pilotos: Schumacher (91 triunfos), el francés Alain Prost (51), el brasileño Ayrton Senna (41) y el inglés Nigel Mansell (31).
Alonso mostró su alegría tras lograr una ‘pole’ durísima y muy elaborada, pero reconoció a Efe que habrá “que terminar el trabajo” en carrera. Buscará el triunfo, a sabiendas de que un podio tampoco estaría nada mal: el objetivo es un tercer título mundial.
Adrián R. Huber