Variantes fueron influyentes

Federico Carrizo, Matías Villasanti y Nelson Haedo Valdez le dieron más juego al Ciclón.

  • Facebook
  • Twitter
  • Email
  • Print

Dinámico. Villasanti disputa la posesión del balón con Burgos.

Foto: Andrés Catalán - ÜH.

Fernando Jubero, técnico de Cerro Porteño, buscando mayor equilibrio en su equipo, al promediar el segundo semestre del año pasado optó por jugar con tres volantes de mayor perfil defensivo y jugó con dos referentes de área la mayoría de sus partidos.

Eso le permitió tener mayor fortaleza defensiva y su arquero titular de entonces ganó el Guante de oro, por tener mejor promedio. Pero en contrapartida perdió brillo en su juego, Cerro era muy predecible y eso lo trasladó en el arranque de este torneo, ganó sufriendo y con mucha fortuna a Guaraní.

La falta de repentización se reflejó en demasía en el partido contra Libertad. El Ciclón exageró con los pelotazos y centros.

Para el juego contra Capiatá la baja de Jorge Conejo Be - nítez le obligó al técnico a realizar cambios y viendo el rendimiento y el resultado, la conclusión es que esas variantes influyeron en el rendimiento y funcionamiento colectivo.

Cerro ganó y por momentos su fútbol fue aplaudido por sus parciales. Federico Carrizo, fluctuando por todo el frente de ataque; Mathías Villasanti desequilibrante por los dos extremos y metiendo diagonales, hicieron de Cerro un equipo más ligero y con muchas variantes de juego.

Diego Churín jugó todo el primer tiempo como único en punta, luego ingresó Nelson Haedo y demostró que físicamente está fino y puede ser un aporte válido.

  • Facebook
  • Twitter
  • Email
  • Print
Más contenido de esta sección