El jugador del Liverpool, Luis Suárez, nuevamente mordió a un rival. Esta vez, su víctima fue Branislav Ivanovic, del Chelsea, en el cotejo en que ambos equipos igualaron 2-2, con el gol a última hora del charrúa.
En su periodo en el Ajax, Suarez también había dejado la marca de sus dientes en el cuello de Otman Bakkal, del PSV. Así como en esta ocasión, el árbitro del encuentro no vio nada, pero posteriormente, la Federación Holandesa lo suspendió por siete juegos.