El primer paso de un titánico reto con el que el joven nadador francés no sólo busca convertirse en el ‘rey’ de la piscina, sino en el heredero del legendario Michael Phelps como el nuevo icono de la natación mundial.
Una sucesión que ya escenificó el propio Phelps en el Mundial disputado en 2023 en Fukuoka cuando levantó al cielo el puño de Marchand en señal de reconocimiento, tras ver cómo el francés le arrebataba el récord del mundo de los 400 estilos que poseía desde los Juegos de Pekín 2008.
Plusmarca universal que Léon Marchand puso en riesgo este domingo en París, empujado por los más de 13.000 espectadores que abarrotaron las gradas de la piscina de La Defense Arena, tras quedarse a tan sólo 45 centésimas de su propio récord al proclamarse nuevo campeón olímpico con un tiempo de 4:02.95 minutos.
Una marca, nuevo récord olímpico, inalcanzable para ninguno de sus rivales, como atestiguaron los 5.67 segundos en los que el francés aventajó a su más inmediato perseguidor, el japonés Tomoyuki Matsushita, plata con un crono de 4.08.62.
Mucho más lejos quedó el estadounidense Carson Foster, plata en los Mundiales de Budapest 2022 y Fukuoka 2023 tras Marchand, que se colgó la medalla de bronce con un registro de 4.08.66 minutos.
Y es que Léon Marchand, que se entrena en Estados Unidos bajo la tutela de Bob Bowman, el técnico que dirigió la carrera de Phelps, compitió contra sí mismo, el tiempo y la historia.
Una formidable actuación en la que el francés en pareció por momentos en disposición de rebajar su ya de por sí estratosférica plusmarca, sobre todo, tras la posta de braza, el mejor estilo de Marchand, que le permitió afrontar los últimos cien metros cuatro centésimas por debajo del récord del mundo.
Plusmarca que finalmente se le escapó por tan sólo 45 centésimas, lo que no empaña la magnifica actuación de Léon Marchand, que ya tiene la primera de las cuatro medallas de oro que busca ante su público en los Juegos de París .EFE