25 abr. 2024

Ese “Kubala” que necesita la Selección Paraguaya

Hace unas décadas, la Selección y el fútbol paraguayo atravesaron por una etapa de crisis similar a la actual... 22 años más tarde, la historia casi se repite.

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Kubala y su sello imborrable en el fútbol paraguayo. Foto: Archivo - Última Hora.

Por Rodolfo Areco - @RodyAreco

En 1994, Paraguay tocó fondo futbolísticamente hablando. Había perdido prestigio tras haber quedado fuera de dos citas mundiales de forma consecutiva, Italia 90 y Estados Unidos 94. En esa oportunidad, el escribano Óscar Harrison, de una lista de innumerables candidatos reales o inventados por la prensa, eligió a uno de renombre para revertir la situación.

El periodista José María Troche, en el “Libro de Oro del Fútbol Paraguayo” cuenta que el entonces titular de Asociación Paraguaya de Fútbol pensaba traer a una gloria mundial, que era considerado como uno de los mejores de la historia: László Kubala Stecz, el “Lászly”, más conocido Ladislao Kubala.

El personaje, nacido en Budapest, Hungría, fue catalogado por la FIFA como un “malabarista” que deleitó por muchos años a los aficionados del Barcelona de España, con su gran habilidad y repertorio de genialidades.

“Era sencillamente imparable”, recordaba Joan Segarra, compañero de Kubala en el Barça. “Tenía tal repertorio de jugadas que los jugadores contrarios no tenían ni idea de por dónde podía salir. Era capaz de superar a uno, dos y tres defensas con estilo y comodidad, y luego servir una ocasión en bandeja, o bien remachar el balón a gol él mismo”, rememora una nota de la FIFA, con el título de “Malabarista del balón y la vida”, publicada el 8 de Febrero de 2012.

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Kubala no solo ostenta el récord de ser el tercer goleador histórico del cuadro blaugrana, sino además de ser uno de los pocos jugadores que tuvo la oportunidad de jugar por tres selecciones nacionales diferentes: Hungría, Checoslovaquia y España.

Desde 1961 en adelante comenzó a ver el fútbol desde otra arista, primero aceptando el pedido del Barcelona para dirigir lo que en la actualidad serían las inferiores y, posteriormente, entrenar y jugar en Espanyol. Dirigió luego al Elche, Murcia, Málaga, un equipo suizo y otros canadienses, cita la Web del Barcelona. Tomó las riendas de la Selección Española de Fútbol, a la que dirigió durante 11 años hasta 1980.

PARAGUAY. Volviendo a nuestra historia, consciente de la situación de Paraguay, previa firma de un contrato por una exorbitante suma de dinero para la época y una serie de cláusulas, tomó el desafío y fue confirmado en el cargo el 17 de febrero de 1995. (Troche, 2011, p. 229 y Archivo Diario Última Hora).

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Su camino por la selección fue corto, tan solo dirigió a la Albirroja en 12 partidos entre amistosos y la Copa América de Uruguay 1995, cosechando seis victorias, cuatro empates y dos derrotas, obteniendo una efectividad de 61,11%.

Sin embargo, el mayor mérito que se le reconoce a Kubala, hombre al que se lo recuerda acá por su marcado acento español y su don de buena gente, es de haber conseguido cambiar la mentalidad del jugador paraguayo, transmitiendo confianza, patriotismo y orgullo por la casaca, además trabajar de forma disciplinada y exigente.

Esta influencia fue determinante en el fútbol nacional, que posteriormente gozó los años dorados entre 1998 y 2010, con cuatro clasificaciones consecutivas a las Copas del Mundo.

Hoy, la realidad nacional es casi similar a la de ese verano de 1995, esperando que el 2018 traiga consigo a “otro Kubala” en la Albirroja, que aproveche los buenos valores que tenemos en nuestro fútbol y nos encamine al fútbol moderno del cual estamos algo lejos.