Djokovic, cuatro veces campeón en la tierra batida romana, necesitó tres horas y 1 minuto para infligir a Del Potro la décimo sexta derrota en veinte precedentes, en uno de los mejores partidos jugados por el de Tandil en los últimos años.
“Estoy muy feliz de que hayas vuelto”, fueron las palabras que dijo Djokovic a Del Potro al acabar el partido y el mejor resumen de un encuentro épico.
Delpo, número 9 del mundo, estuvo demoledor con el drive en los primeros dos sets, al mantener un promedio de 130 km/h con ese golpe, pero desperdició dos bolas de partido en el desempate del segundo parcial y terminó sucumbiendo.
Fue un duelo de gran intensidad, con ambos tenistas que jugaron desde el fondo de la pista y que intercambiaron golpes potentes. Djokovic incidía con el revés mientras que Del Potro hacía daño al serbio con sus tremendos drive.
El serbio fue el que más se acercó a la rotura, pero Del Potro salvó su saque en tres ocasiones en los primeros seis juegos. Y aprovechó una de sus dos oportunidades para quitar el saque a Djokovic y, tras salvar otras tres bolas break ganó el primer parcial 6-3.
Nole reaccionó y se escapó 5-2 en el segundo set, pero Del Potro consiguió recuperar la única quiebra de desventaja y forzó el desempate. Allí, se hizo con dos bolas de partido con el 6-4, pero Djokovic anuló las dos y logró forzar el tercero y decisivo set.
Fue un disgusto para Del Potro, que necesitó además ayuda de un médico para curar el pulgar de su pie derecho, que le dolía mucho y sangraba.
Sin embargo, empezó la tercera manga con concentración y llegó a tener tres bolas de rotura con 2-1 en el marcador, sin poder aprovecharlas. Fue un error que le pasó factura, ya que Djokovic le quitó a continuación el saque y se escapó 4-2.
Perdió confianza el de Tandil y la ganó Djokovic, quien sentenció la victoria con el definitivo 6-4, tras una épica batalla acabada a las 1.05 de la madrugada italiana (23.05 GMT).
Tras un enorme desgaste de energías físico y mental, Djokovic buscará este sábado la final contra el argentino Diego Schwartzman, que eliminó al japonés Kei Nishikori en la tarde italiana (6-4 y 6-1).
El serbio ganó los dos precedentes contra Schwartzman, en el Abierto de Estados Unidos de 2014 y en el Roland Garros de 2017.
