24 abr. 2024

Cuando la desidia golea al fútbol

Una vaca comiendo el pasto en el estadio Municipal de Carapeguá, la postal más triste de un fútbol que es goleado en las manos incorrectas.

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El estadio Municipal de Carapeguá. Foto: Mathias Melgarejo - Última Hora.

El fútbol del interior ganó grandes espacios en el balompié nacional, ubicando sus equipos desde la Pre-Intermedia y hasta en la máxima división. En el 2011, el Sportivo Carapeguá se convirtió en uno de esos ejemplos de sacrificio sobrehumano de jugadores y dirigentes para concretar el objetivo ascender y batirse con los grandes.

Ya en la Primera División, el “Potro Carapegueño” se benefició con una construcción de un estadio cuyo inicio fue en el 2010 y se terminó en su primera parte para julio de 2012, tras una inversión de 6.129 millones de guaraníes por parte de la Secretaria Nacional de Deportes.

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Foto: Mathias Melgarejo - Última Hora.

El escenario, con capacidad para 9000 espectadores, fue una gran atracción para el pueblo, pero la obra tuvo múltiples fallas y el mismo equipo local no pudo disputar muchos encuentros al no tener la habilitación correspondiente de la APF. Por mencionar un dato, solo por el empastado se invirtieron más de Gs. 104.528.190 millones, que incluía nivelación del suelo, drenaje y sistema de riego.

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Foto: Mathias Melgarejo - Última Hora.


El conjunto carapegueño jugó dos temporadas en la Primera División, hasta que el abismo se fue tragando a la institución que terminó disputando el Campeonato Nacional B.

En el 2014 la SND firmó la rescisión con el Grupo Villalba Piñeiro y recién en el 2017, las autoridades locales, ya que el estadio es propiedad de la Municipalidad, buscaron una solución. En ese entonces el ente gubernamental informó que se encontraba en litigio con la firma constructora para un resarcimiento económico.

Hoy, en vez de ser un teatro de los sueños, es un triste potrero.

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Foto: Mathias Melgarejo - Última Hora.