El argentino Jorge Sampaoli declaró que la entrega de los jugadores de Universidad de Chile, consagrados campeones del torneo Apertura, resulta “conmovedora”, mientras que el técnico del O’Higgins, su compatriota Eduardo Berizzo, se mostró orgulloso de su equipo.
“En lo personal valoro mucho la entrega de este grupo que le ha dado tantas alegrías a este club. Es algo conmovedor. Es difícil redondear este momento con palabras”, declaró el técnico de la U tras conseguir el primer tricampeonato de la historia de esta institución.
El equipo azul logró la victoria en los penaltis, tras lograr en los últimos minutos el 2-1, con lo que neutralizó el marcador de 2-1 en contra que había recibido en la ida contra O’Higgins, un modesto equipo que aspiraba a conquistar su primer título en 57 años de historia.
“No hay nada que reprochar, el esfuerzo fue tremendo. Hay dolor, pero a la vez siento un gran orgullo de conducir a un equipo comprometido, esforzado, capaz de traernos acá", señaló el director técnico de O’Higgins, Eduardo Berizzo.
“Ahora tendremos que encontrar las respuestas anímicas para levantarnos de cara a lo que viene. Existe mucha tristeza, frustración, porque estuvimos cerca de lograrlo, hay una desilusión muy grande, pero tendremos que volver a intentarlo”, apuntó.
Uno de los artífices de la victoria de la U en los penaltis fue el arquero Johnny Herrera, que atajó tres de los lanzamientos a puerta. “Esto es para toda la gente que no perdió la fe en nosotros”, dijo emocionado uno de los héroes del partido.
El centrocampista Gustavo Lorenzetti declaró que la final fue “emocionante por el golazo del Guille (Guillermo Marino) y por los penales”. “No saben el esfuerzo que hicimos. Llegamos rotos, desgarrados e infiltrados a esta final”, resaltó el argentino.
Su compatriota Marino, autor del segundo gol de la U, con el que forzó los penaltis, aseguró que siempre tuvieron “convicción y fe”.
“No perdimos la forma de juego ni nos desesperamos”, a pesar de que O’Higgins se les adelantó en el marcador, aseguró.
El lateral Roberto Cereceda tuvo también elogios para sus contrincantes. “O’Higgins hizo un gran partido. Tenían méritos para ser campeones, pero gracias a Dios lo pudimos sacar adelante. Vamos a celebrar como locos”, exclamó el chileno.
Los jugadores alzaron la copa ante los 45.000 espectadores que llenaron las gradas del Estadio Nacional, muchos de ellos llegados desde Rancagua, sede del O’Higgins, a unos 96 kilómetros de Santiago, aprovechando que este lunes era festivo en Chile.
Muchos aficionados de la U se lanzaron a las calles en distintas ciudades del país para festejar este nuevo título nacional, el tercero consecutivo tras el Apertura y Clausura 2011, a los que se suma la Copa Sudamericana de 2011.
En Santiago, miles de personas se concentraron en la Plaza Italia, tradicional punto de festejos, para celebrar el título con cánticos y ondeando banderas. EFE