Eso fue lo que sucedió la pasada noche en el FedExForum de Memphis, donde llegaron los Lakers para verse superados en todas las facetas del juego por su exequipo, los Grizzlies, que vencieron 106-98 y tienen la mejor marca de la liga (9-2).
Mientras que los Lakers (6-7) todavía no han podido ganar fuera de su campo en lo que va de temporada y ya han perdido cuatro partidos.
Gasol fue el más señalado por la falta de coordinación que se da dentro del ataque de los Lakers después que D’Antoni lo mandase al banquillo cuando faltaban menos de dos minutos del tercer cuarto y ya no lo volvió a sacar, a pesar que el equipo tenía posibilidades de luchar por el triunfo.
La decisión de D’Antoni hizo que al concluir el partido los periodistas les preguntasen el motivo de sentar a Gasol cuando no estaba lesionado y preferir al reserva Antawn Jamison y otros jugadores más bajos.
“Lo único que pensaba era que teníamos opciones de ganar el partido y esa fue la razón que me llevó a mantener a jugadores más bajos en el campo”, comentó D’Antoni.
Gasol, por segundo partido consecutivo, no estuvo eficaz en el juego de ataque y se quedó con sólo seis puntos al anotar 3 de 8 tiros de campo, y capturó cuatro rebotes.
Gasol reconoció que no recordaba en su carrera como profesional que hubiese estado sentado todo el cuarto periodo cuando el equipo tenía posibilidades de ganar.
“No recuerdo la última vez que sucedió, pero no era mi decisión”, recordó el hermano mayor de los Gasol. “Soy un profesional y cuando me llaman siempre estoy listo para salir”.
El jugador español admitió que todos están en un proceso de adaptación y por lo tanto era una decisión del entrenador que aceptaba porque era su responsabilidad y pensó que era también lo mejor para el equipo.
“Tendremos que ver como se da todo el proceso de adaptación al nuevo sistema con nuevos compañeros y estoy seguro que al final todo será positivo. Esto no es más que el comienzo”, señaló.