Después de disputarse la mitad de las etapas del rally, ‘Nani’ (Alpens, Barcelona, 1972) asegura en una entrevista con Efe que está satisfecho con la cuarta posición que ocupa en la clasificación general.
Además se muestra sorprendido por la falta de dureza en la primera parte del Dakar y por la fuerza de los Hummer del estadounidense Robby Gordon y el catarí Nasser Al-Attiyah.
Pregunta: ¿Cómo valora su actuación en la primera mitad del rally?
Respuesta: Estoy muy contento. A uno siempre le gustaría estar más arriba, pero haciendo una reflexión sincera y viendo cómo estaba el año pasado, estoy contento. Estoy muy satisfecho por como hemos corrido hasta ahora y como va el coche. ¡Y lo que he disfrutado! Hace años que no tenía de nuevo esta sensación de disfrutar una etapa entera.
Con Mitsubishi, en 2009, salíamos con un coche que no iba nunca bien, cada kilómetros era un suplicio. En 2010 cometí un error en la etapa de Fiambalá y lo del año pasado en Nissan ya es conocido por todo el mundo.
He ganado una etapa en la que íbamos todos a tope. Abrí pista toda la etapa siguiente y estamos haciendo las cosas bien. Evidentemente me gustaría estar cerca de Peterhansel pero queda una semana muy dura.
P: Antes de empezar explicaba que llegaba con pocos kilómetros al volante. ¿Ha sentido las consecuencias de la falta de rodaje?
R: Es verdad, he corrido muy pocas carreras. He hecho muchos rallys en España, pero las dunas es lo que me cuesta más y he cometido pequeños errores de precisión. En la quinta etapa en Fiambalá salí con demasiada presión en los neumáticos y no tenía tracción; ayer salí con demasiado poco aire e hice 100 kilómetros entre las piedras muy apurado.
P: ¿El objetivo sigue siendo ganar?
R: Por supuesto. Mi objetivo siempre es ganar. Pero una cosa es tener los pies en la tierra y la otra vender la moto, algo que nunca he hecho. Mi objetivo es estar arriba y si no puedo hacerlo no será un fracaso. Veo a la gente muy contenta, mi jefe está encantado y sorprendido con lo que estamos haciendo porque sabe lo poco que he corrido.
P: ¿Le ha sorprendido algo de este Dakar?
R: La falta de dureza. Hasta ahora han sido etapas cortas de 200 o 300 kilómetros. Los otros años al comienzo había etapas similares a las del Mundial de Rallys, duras y con mucha conducción, pero ahora son por pistas muy rápidas. Además viendo cómo marchan los Hummer estamos todos asustados, no se puede hacer nada. Espero que ahora la carrera se complique con las etapas más largas y que las dunas sean mas difíciles.
P: ¿No esperaba el rendimiento de los Hummer de Nasser Al-Attiyah y Robby Gordon?
R: Robby Gordon siempre ha ido rápido, pero a la que ha habido un piloto como Al-Attiyah y un copiloto como Lucas Cruz se ha visto el potencial del Hummer. Si no hubiese tenido problemas Al-Attiyah sería líder con 45 minutos de ventaja. El ‘tío’ va a fondo. Espero que el rally se ponga difícil porque si no estamos muertos. No pensábamos que Al-Attiyah estuviera tan bien y el coche corre mucho. El ser un coche con tracción trasera la reglamentación lo favorece, después del Dakar habría que plantearse bien las cosas porque es un poco desproporcionado. El otro día me pasó Al-Attiyah 60 kilómetros por hora más rápido. Me sentí impotente porque se supone que tenemos el mejor coche, preparado para luchar contra los Volkswagen de los años anteriores.
P: ¿Es más emocionante un Dakar sin Volkswagen?
R: A mí me gustaría que estuvieran para ver cómo anda el Mini y si con el trabajo que hicimos podíamos competir contra ellos. Ha sido una pérdida para la carrera. El año que viene parece que hay otras marcas que podrían entrar. Esto al final son ciclos, primero fue el de Mitsubishi, luego el de Volkswagen y ahora llegará otro. Lo importante es que haya un reglamento más equiparado y no dar ventaja a nadie, que sea el piloto quien haga la diferencia.
P: Fue una pena el abandono de la competición de motos de su esposa Rosa Romero en la tercera etapa.
R: La verdad es que sí, trabajó mucho y no es fácil preparar un Dakar como ella lo hizo. Tenemos tres hijos y los últimos cuatro meses del año estuve casi siempre fuera corriendo. Ella tuvo que encargarse de la casa, llevar los niños al colegio, a clases de música, a natación... estaba todo el día liada. Y lo peor es que abandonara por culpa de problemas mecánicos, cuando la moto era nueva y se supone que funcionaba bien, pero luego nos enteramos de tenía problemas con la temperatura.
Es una experiencia más, yo también la he vivido, pero soy piloto profesional y sé cómo son estas cosas. A ella le hacía mucha ilusión, a ver si el año que viene puede volver.