Del cotejo, que finalizó 6 a 0 a favor de los argentinos, se ha dicho mucho, pero la versión que toma más fuerza es la de una presión política por parte de los regímenes de ambos países, con el principal objetivo de limpiar la mala imagen del organizador, Argentina.
Incluso, el portero del equipo peruano que disputó el Mundial, Ramón Quiroga, señaló su extrañeza por la alineación que mandó el técnico Calderón, así como la actuación de algunos de sus compañeros. “El Negro Manzo no paraba nada, ni él ni la defensa. En una jugada Manzo se agacha y me deja solo”, indicó.
Asimismo, el exsenador peruano Genaro Ledesma señaló que fue un preso político en Argentina y que para su liberación exigían la victoria del organizador del Mundial. La FIFA iniciará la investigación y hasta podría despojar a los albicelestes de dicha Copa, según publicó el diario digital perú.com.