De acuerdo a varias fuentes cercanas a las negociaciones, los Rockets le pagarían a Lin 10,2 millones de dólares las dos primeras temporadas y un salario anual de 9,3 millones por cada de las dos restantes, aunque la última sería una opción del equipo de Houston.
Los Knicks de Nueva York, que es el último equipo con el que Lin jugó la pasada temporada, tendrán tres días, a partir del próximo 11 de 11 de julio cuando se espera que el base taiwanés firme con los Rockets, para decidir si igualan o superan la oferta.
El equipo neoyorquino han insistido que su objetivo es mantener a Lin dentro de la plantilla e inclusive han fichado al veterano Jason Kidd para que pueda ayudarle en su formación.
Por su parte, el gerente general de los Rockets, Daryl Morey, no ha ocultado nunca el gran interés que siente por el juego de Lin y su personalidad dentro y fuera del campo, como lo demostró cuando el pasado diciembre ya estuvo con el equipo de Houston antes de darle de baja.
La presencia de los bases Kyle Lowry y el esloveno Goran Dragic con contrato fue lo que motivó la salida de Lin de los Rockets y luego firmase con los Knicks, que descubrieron su mejor juego al quedarse en cuadro con las lesiones.
El traspaso de Lowry a los Raptors de Toronto por el alero panameño Gary Forbes, y el fichaje de Dragic con los Suns de Phoenix, han convertido a Lin en el objetivo principal de los Rockets para ocupar el puesto de base titular.
Además, los Rockets son uno de los equipos más populares en el mercado de Asia y de China después de haber tenido al expívot Yao Ming como jugador franquicia y que se retiró por culpa de las lesiones en el 2011.
La retirada de Ming le hizo perder a los Rockets presencia dentro del mercado chino que podrían recuperar con la presencia de Lin, el primer profesional nacido en Estados Unidos de origen chino o taiwanés que juega en la NBA.
El equipo neoyorquino le han ofrecido a Lin un contrato por cuatro años y 24,5 millones de dólares, inferior a la oferta que le han presentado los Rockets y que verbalmente ya aceptado el base revelación de la pasada temporada.
Lin, de 23 años, la pasada temporada logró unos promedios de 14,65 puntos; 6,2 asistencias y 3,1 rebotes en los 35 partidos que disputó, 25 de titular, antes que se lesionase en la rodilla y tuviese que pasar por el quirófano para corregirle la rotura de un cartílago.
Mientras, Kidd, de 39 años, 18 como profesional, que había declarado que estaba más cerca de continuar con los Mavericks de Dallas que irse a otro equipo, sorprendió con el fichaje por los Knicks, que le darán un contrato por tres temporadas y nueve millones de dólares.
El veterano base que tiene 11.842 asistencias, la segunda mejor marca de todos los tiempos de la NBA, sólo superado por John Stockton (15.806), también podría aceptar que los Mavericks lo fichen y luego lo traspasen a los Knicks para que puedan recibir algún tipo de compensación.
La pasada temporada, Kid logró unos promedios de 6,2 puntos y 5,5 asistencias, sin que fuese factor ganador para los Mavericks, que cayeron derrotados en la primera ronda de la fase final ante los Thunder de Oklahoma City.
La marcha de Kidd a los Knicks y el fichaje de Jason Terry con los Celtics de Boston han dejado a los Mavericks sin sus jugadores claves en los puestos de número uno y dos por lo que el equipo tejano ha fijado su interés en el base Ramon Sessions, que se quedó sin la oferta de los Lakers de Los Ángeles después que consiguieron al veterano canadiense Steve Nash.
Los Mavericks han visto como su primera opción, el base Deron Williams, se quedó con los Nets de Nueva Jersey por 100 millones de dólares y cinco temporadas, mientras que Lin, que también lo pretendían, ha preferido a los Rockets.
Sessions, que compró el último año que le quedaba con los Lakers por 4,9 millones de dólares para convertirse en agente libre, todavía no tiene una oferta válida de cara a la próxima temporada.
Todo lo contrario de lo que le ha sucedido al escolta Brandon Roy, de 27 años, que volverá a la competición tras haberse recuperado de las graves dolencias que sufría en la rodillas cuando jugaba con los Trail Blazers de Portland, después de llegar a un acuerdo verbal con los Timberwolves de Minnesota por dos temporadas y 10 millones de dólares.
Por Marcelino Benito