Varios informes periodístico acusaban a lanzadores abridores de los Medias Rojas de tomar cerveza en el vestuario durante los juegos en los que no estaban lanzando, y en lugar de apoyar a sus compañeros en la banca.
Ante estos informes, Lester (15-9), se convirtió en el primer jugador de los Medias Rojas que públicamente confirmó la conducta poco deportiva que tuvieron durante el pasado mes de septiembre.
En una entrevista que apareció hoy, lunes, en el periódico “The Boston Globe”, Lester, que logro 3,47 de promedio de efectividad y 182 ponches, admitió que “fue algo que no debimos hacer”.
Un artículo publicado la pasada semana en el mismo medio informativo citó a Lester, Josh Beckett y John Lackey como los abridores de los Medias Rojas que bebieron alcohol en el vestuario durante los partidos en los que no estaban lanzando.
Pero además también mandaron pedir pollo frito y jugaron juegos de vídeo.
Aunque admitió su mala conducta, Lester dijo que no creía que ese “mal hábito” que adoptaron él y sus compañeros de rotación fue la razón para el desplome de los Medias Rojas.
El equipo de Boston se convirtió en la primera franquicia en la historia de Grandes Ligas en tener una ventaja de nueve juegos en la tabla de posiciones en septiembre y no llegar a la fase final.
Los Rays de Tampa Bay le quitaron en la última jornada de la temporada regular el comodín de la Liga Americana.
“Existe la percepción de que nos emborrachábamos y ese no es el caso”, declaró Lester al periodista del Globe, Peter Abraham. "¿Era un mal hábito? Claro que sí. Debí haber estado en la banca más tiempo de lo que estuve”.
Sin embargo, Lester también rechazó que por su comportamiento personal y el de los otros dos compañeros el equipo no consiguiese estar en la fase final.
“Simplemente jugamos mal al béisbol en septiembre. Fuimos muy malos. Para ser honesto, hicimos las mismas cosas todo el año cuando llegamos a tener el mejor récord de Grandes Ligas, lo que significa que nuestro comportamiento no fue la causa de la eliminación”, admitió Lester.
Los Medias Rojas con la segunda plantilla más cara de las Grandes Ligas --un presupuesto de cerca de 200 millones de dólares--, al final no pudieron estar en la competición de octubre y ya comenzaron la renovación de la dirección del equipo con la marcha del piloto Terry Francona y del gerente general Theo Epstein, que se ha ido con los Cachorros de Chicago.