Sportivo Luqueño consiguió un respiro en el torneo local. El Auriazul logró a vencer en el Apertura, el primer triunfo del entrenador Alicio Solalinde; y lo hizo ante el mismo rival al que superó en la primera rueda, al único, Rubio Ñu, por 1-0.
La presión de Luqueño era cada vez más grande, había ganado un solo partido en todo el torneo y venía de caer goleado ante Guaraní. Último en el campeonato y en el promedio, una victoria era más que urgente.
Y fue Luis Miño quien hizo festejar luego de 11 partidos a un equipo que sufre partido a partido que los resultados no se den.
El gol llegó a los 26’, y Luqueño terminó festejando una victoria que por lo menos sirve para respirar en la semana y trabajar más tranquilos de cara al próximo duelo, cuando visite al puntero Nacional.
Aún con la victoria, el Auriazul sigue último en el Apertura y en la tabla de promedios.
Por su parte, el equipo del Barrio Trinidad sigue en el penúltimo lugar y sigue bajando lugares en su lucha por no descender.