La medida disciplinaria, que obliga a ambos a perderse los últimos cuatro partidos de su equipo de la temporada regular, indica que las suspensiones serán sin derecho a sueldo.
Los dos forman parte de un grupo de 11 jugadores que dieron positivo luego del paro patronal de la NFL.
Los dos dieron positivo en varias ocasiones tras su primera prueba positiva a la marihuana, en agosto pasado, y fueron enviados a la llamada Fase 3A del programa de drogas de la liga, con lo cual en caso de encontrárseles otro resultado positivo serían suspendidos por un año.