En un comunicado, el secretario general de la Federación, Decio de María, justificó la suspensión al señalar que “lo más importante es la gente” del estadio Corona del Territorio Santos Modelo en Torreón, 1.000 kilómetros al norte de la capital mexicana.
“Fue una situación fuera del estadio, pero finalmente afecta al fútbol”, precisó De María al anunciar que la Federación hará un cónclave con sus afiliados el lunes próximo para evaluar el tema y tomar decisiones.
El partido se suspendió al minuto 40 cuando los jugadores escucharon las detonaciones afuera del estadio y buscaron refugio en los vestuarios; cientos de aficionados bajaron a la cancha a cubrirse y cientos más se quedaron en sus asientos.
La directiva del Santos, que encabeza Alejandro Irarragori, se dirigió a los espectadores para tranquilizarlos y el público permaneció un tiempo en el estadio antes de retirarse.
La Policía Federal Mexicana confirmó que todo comenzó con una “agresión de delincuentes” a policías municipales afuera del estadio y que eso motivó el despliegue de elementos federales en los alrededores.
Un policía municipal fue herido en un brazo durante los incidentes en las afueras del estadio, que fue rodeado por elementos federales para proteger a los aficionados, que al final salieron sin problema del escenario.
El Gobierno Federal emitió un comunicado en el que condenó los “hechos sucedidos esta tarde en las afueras del estadio” y reiteró su compromiso de ayudar a las autoridades estatales y municipales para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
La Secretaría (Ministerio) de la Defensa Nacional, precisó que durante un reconocimiento en el área localizó un vehículo abandonado que tenía armas y municiones, el cual fue entregado a las autoridades para las investigaciones.