“De momento estamos contentos y las cosas van bien”, señalaron hoy a EFE fuentes de la defensa de Contador en el inicio de la segunda jornada de la audiencia que se celebra en la sede del Comité Olímpico Internacional (COI), en Lausana.
El ciclista español defiende ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) su inocencia por el presunto positivo por clembuterol en el Tour 2010, frente a la demanda en contra de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Agencia Mundial Antidopeja (AMA).
La vista se ha trasladado, en aras de una mayor privacidad, de la sala Juan Antonio Samaranch a la Pierre de Coubertin.
En principio, en la jornada de hoy deberían prestar declaración los bioestadísticos Shila Bird, del equipo defensor de Contador, y Javier Martín Priego, en representación de la AMA, antes de que se proceda a analizar el asunto de las transfusiones sanguíneas.
La jornada de hoy contempla la posibilidad de la entrada en acción del polígrafo, el “detector de mentiras”, no así de los ciclistas Benjamín Noval y Paolo Tiralongo, testigos aportados por Contador.
Aunque el secretismo sigue siendo la nota predominante desde el inicio de la audiencia, las mismas fuentes indicadas empiezan a hacerse a la idea de la posibilidad de que la vista “se prolongue algún día más” de los cuatro previstos inicialmente.
Contador, que acudió en compañía de su hermano Fran, seguirá la jornada al completo hasta su final.
El triple vencedor del Tour llegó en coche a la instalación y desde el aparcamiento interior accedió directamente a la sala Pierre de Coubertin, blindada ante las miradas del exterior del edificio.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) debe decidir si la cantidad de clembuterol hallada en la orina del ciclista en un control en el Tour 2010 fue un intento de dopaje o una contaminación alimenticia.
La Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) sostiene la tesis del dopaje, mientras Contador alega que el positivo por clembuterol se debió a la ingesta de carne de vacuno contaminada.
El dossier del caso suma 4.000 páginas y está previsto que declaren una veintena de testigos.
Los encargados del caso son el abogado israelí Efraim Barak (presidente), el suizo Quentin Byrne-Sutton y el alemán Ulrich Haas.