En una nota pública la AMA indica que en 2005, cuando tuvo conocimiento sobre las muestras positivas de Lance Armstrong en el laboratorio de París, sugirió que la Unión Ciclista Internacional (UCI) iniciara una investigación sobre la veracidad del asunto.
Pero sin investigar sobre el posible dopaje de Armstrong, la UCI -dice la AMA- tomó otras medidas y contrató a una persona para que realizara un informe en el cual fuese exonerado el exciclista estadounidense. El informe se mostraba muy crítico con la AMA y su presidente.
Según la nota de la AMA, Armstrong presentó una denuncia ante el Comité Olímpico Internacional (COI) que llegó hasta su Comisión de ética, donde fue examinada.
La AMA solicitó más tarde consejo a expertos jurídicos independientes respecto a las alegaciones contra ella. Las conclusiones de los mismos se discutieron a puerta cerrada en una reunión celebrada en 2006.
La AMA recuerda que fue demandada por la UCI por tratar de forzar el cerco a Armstrong, lo que se consideró como un intento de intimidar y silenciar a la AMA en su esfuerzo por demostrar que Armstrong estaba haciendo trampa.
“Es una lástima que la AMA no tenga la facultad de realizar investigaciones independientes. Si hubiera podido hacerlo en 2005, quizás el caso Armstrong se podría haber conocido mucho antes”, señala la AMA.