A ocho días de la ceremonia de inauguración de la Olimpiada de Londres, la realización televisiva del evento ha creado tensiones entre el director artístico, el británico Daniel Boyle, y la organización de los Juegos, según revela el diario “The Guardian”.
El cineasta, ganador de un Oscar por “Slumdog Milionaire” en 2009, ha contratado a un equipo de producción independiente para la ceremonia, lo que ha provocado tensiones con el Servicio de Emisiones Olímpicas (OBS, en sus siglas en inglés), encargado de producir las imágenes de los Juegos de Londres.
Las fricciones entre el equipo de la ceremonia, un evento con un presupuesto de 27 millones de libras (33 millones de euros) y una audiencia potencial de mil millones de personas, ha hecho que se establezca un cordón de seguridad adicional alrededor del camión de Boyle en el Estadio Olímpico.
Las diferencias surgieron debido a que Boyle quiere que la realización de la ceremonia esté dirigida por un equipo con experiencia en filmaciones de “entretenimiento” y no por expertos en retransmisiones deportivas, según una fuente interna de la organización de la ceremonia citada por “The Guardian”.
“Danny no puede ubicar las cámaras donde él quiere. No ha habido ninguna cooperación entre las partes. No se puede describir la atmósfera, es triste. El tiempo de los ensayos se ha reducido las últimas dos o tres semanas por ese motivo”, señaló la fuente.
La organización del evento, en cambio, señaló que ambos equipos cooperan con normalidad: “OBS, Danny Boyle y su equipo están trabajando muy bien juntos. No hay tensiones. Todos aquellos que están involucrados tienen mucha experiencia y trabajan para lograr una gran ceremonia”, afirmó el Comité Organizador (LOCOG) en un comunicado.
La ceremonia, que comenzará el día 27 a las 20:00 GMT, será un drama con referencias a William Shakespeare ambientado en la campiña inglesa, según los detalles sobre el acto que han trascendido.
“Estamos tratando de lograr que el espectador sienta que está viendo la filmación de una película en directo, estamos diseñando las secuencias como si fueran para el cine”, afirmó Boyle hace unas semanas.
Los organizadores ya anunciaron ayer la cancelación de una de las escenas de la ceremonia para asegurarse que concluye puntual, antes de las 23:30 GMT, a tiempo para que los espectadores puedan regresar a sus casas en transporte público. EFE