“Es muy difícil derrotar a la Albirroja, pero a la vez, es igualmente dificultoso que Paraguay derrote a cualquier equipo”, sentenciamos en el artículo post-amistoso Paraguay-Chile del 23 de junio.
A pesar del muy buen partido de Roque, claro conductor en la noche santafesina del ataque paraguayo, a la Albirroja se le complica a la hora de marcar. Santa Cruz hizo un partido como hace tiempo esperábamos de él. Bajó para llevar la pelota y comenzar la ofensiva, distribuyó a los costados, colocó pases al vacío y erigió como una figura formidable cuando Ecuador asechaba.
Los primeros 20 minutos –concuerdo con lo expresado por Martino en conferencia de prensa- fueron muy buenos. Pero es allí, en ese momento de la más alta expresión futbolística donde se debe concretar. El ritmo que Paraguay imprime al presionar y recuperar es imposible de aguantar los 90 minutos, ni siquiera todo un tiempo. Lucas no estuvo fino, le rebotaron varias pelotas y no sintonizó con Roque. Barreto salió lesionado en su mejor momento. Ortigoza tuvo un buen partido con la pelota en los pies, desde el medio para adelante, pero le hizo sufrir a Riveros a la hora de marcar.
A Piris le costó el debut en la selección, pero no tengo dudas que es el hombre indicado para el puesto. A pesar de algunos destellos de Benítez (en el mano a mano ante Villar con caño incluido a Paulo) y algunas arremetidas ecuatorianas, la defensa de Paraguay continúa sólida con Da Silva y Verón. Me gustó Aureliano -acompañando a Estigarribia sobre la banda izquierda- a quién solo le reclamo no haber pateado al arco en el tiro libre cerca del aérea en el segundo tiempo (mandó un centro despejado fácilmente).
Estigarribia demostró que es el ideal como puntero izquierdo. Encaró en el mano a mano e incluso en inferioridad numérica. Dentro del 4-4-1-1 Paraguay no me desagradó. Pero insisto, si queremos ser campeones, no podemos continuar con ese esquema, algo más debemos agregar.
Lo que aún no logro concluir –y me encantaría que me ayude, amigo lector- es cuál de esas dos posibilidades indicadas al comienzo del artículo es más difícil, ¿ganarle a Paraguay o que Paraguay gane?