Ocurrió en el fútbol de Bolivia, donde Iván Brun, el buen portero del Petrolero de Yacuiba, lloró de impotencia, en pleno partido, por los 5 goles que recibió ante el The Strongest.
En el momento, el árbitro del encuentro deportivo se vio obligado a detener el juego, hasta que el 1 se tranquilicé para poder continuar. La adrenalina y la impotencia se hacían con él.
No obstante, acto seguido, portero y goleador a la vez, Brun se descargó con una joya de tiro libre y descontó el partido. No es la primera vez que el guardametas convierte de pelota parada, pero la noche aquella quedará para siempre en la historia.