El Galaxy de Los Ángeles revalidó el título de campeón de la Copa MLS de la Liga Profesional de Fútbol de Estados Unidos al vencer en la final por 3-1 al Dynamo de Houston, en lo que fue el último partido del centrocampista inglés David Beckham.
Los goles del Galaxy fueron conseguidos al minuto 60 por el defensa central hispano Omar González, que remató un saque de esquina que hizo el brasileño Juninho; a los 65, de penalti, por el delantero Landon Donovan, y el tercero llegó a los 94, también de penalti, que remató el irlandés Robbie Keane.
El Dynamo abrió el marcador a los 44 minutos cuando el delantero Calen Carr recibió de Adam Moffat un pase en profundidad dentro del área del Galaxy, controló bien el balón, superó el marcaje de Tommy Meyer y remató por toda la escuadra izquierda del marco defendido por Josh Saunders.
Pero el equipo angelino, que la pasada temporada también ganó por 1-0 en la final al mismo Dynamo, encontró en sus individualidades la manera de remontar el gol en contra con el que se llegó al descanso (0-1) y logró lo que fue su cuarto título de campeón de la MLS en las 17 temporadas de historia de la liga.
Los anteriores títulos fueron conseguidos en el 2002, 2005 y 2011, siendo el equipo que más ha ganado, junto con el D.C. United, que también posee cuatro campeonatos de la MLS (1996, 1997, 1999 y 2004).
El Dynamo fue superior en todos los aspectos del juego como equipo durante la primera parte, controló bien el centro del campo, con Ricardo Clark y el hondureño Boniek García, incansables, en el derroche físico, mientras que montaba bien los contraataques por mediación de Carr y Will Bruin.
La defensa respondía también con seguridad y el Galaxy, no daba salida a su juego desde el centro del campo, porque Beckham, no tenía su mejor inspiración ni pudo superar el fútbol físico del Dynamo.
Pero la segunda parte, el panorama cambió por completo y el Galaxy dominó de principio a fin con su mejor fútbol de ataque en el que las individualidades de Donovan, Beckham y Keane se hicieron sentir y al final arrollaron para cumplir con los pronósticos y despedir a la estrella inglesa como campeón de liga.
Mientras que el Dynamo confirmó que su gran mérito fue el llegar por segundo año a la final cuando su plantilla está muy lejos de ser una de las mejores de la MLS y en la que no cuenta con ningún jugador franquicia de proyección internacional.
Ahora el gran objetivo del Galaxy será conseguir al jugador franquicia y mediático que pueda ocupar el puesto dejado vacante por Beckham y los rumores apuntan que los directivos tienen puestos sus ojos en el brasileño Kaká, el jugador del Real Madrid, equipo del que también llegó Beckham en el 2007 tras ganar el título de liga.
Beckham, de 37 años, después de seis temporadas con el Galaxy y 40 millones de dólares ganados, se fue con el segundo título de campeón, pero sin haber dejado ningún legado deportivo dentro del equipo angelino y de la MLS, que sí aprovechó su popularidad para vender más entradas y camisetas. EFE