Alonso participó en una mesa redonda organizada en la Academia de las Ciencias de Nueva York, en el número 7 del World Trade Center, durante el lanzamiento de la campaña promocional “Safeguarding Me”, llevada a cabo por Kaspersky Lab, con el apoyo del doble campeón mundial asturiano.
“Quedan 71 vueltas, en las que se decidirá todo. El esfuerzo de meses se concentrará en poquísimo tiempo”, dijo el piloto español, en declaraciones referentes la última carrera del Mundial, en Sao Paulo (Brasil), que reproduce la pagina de Facebook de Ferrari.
“Luego lo que pase, pasará, y lo importante es que hagamos todo a la perfección: la suerte es lo único que no está bajo nuestro control. Sabemos que podría ser suficiente con subir al podio”, declaró Alonso.
“Confío en mí mismo y en el equipo, y lucharemos hasta el final. Somos honestos con nosotros mismos y con nuestros aficionados: sabemos que no somos súper competitivos, pero si aún estamos en la pelea, es gracias al equipo, que es el mejor de todos”, manifestó el capitán de Ferrari.
“Tendremos algunas pequeñas mejoras, pero los demás también las llevarán, con lo que la situación no cambia mucho. Quizás encontrar una buena puesta a punto pueda marcar la diferencia, o la forma en que el coche se adapte al circuito”, indicó Fernando, que cuestionado acerca de si ganar el título sería una venganza por lo sucedido en Abu Dabi 2010 -cuando perdió el Mundial en la última carrera, en favor de Vettel, respondió:
“No, creo que nos haría muy felices. Y al noventa y nueve por ciento de la gente.... aunque quizás no a los de Red Bull. Ferrari es algo especial, con todo el mundo dando el cien por ciento o más, puesto que se sienten parte de esta familia”, afirmó.
“No sólo en Fórmula Uno, también en la parte industrial, porque cuando ven pasar un Ferrari por la calle saben que una parte de ese coche, por muy pequeña que sea, la han hecho ellos”, manifestó Alonso.