Los miembros del comando palestino “Septiembre Negro” estaban precariamente entrenados para la operación, pero aún así los servicios de seguridad alemanes no lograron evitar la tragedia, apunta el semanario, que dedica su portada al caso.
“Der Spiegel”, que se remite a informes recabados de los distintos estamentos implicados -protocolos gubernamentales, del espionaje interior, del ministerio de Exteriores, de las autoridades bávaras y despachos de embajadas- concluye que se acordó un especie de “pacto de silencio” para impedir reproches mutuos.
El mismo 7 de septiembre, relata el semanario, un día después de la ceremonia por las víctimas en el estadio olímpico, un funcionario de Exteriores constataba en su informe del Consejo de Gobierno la consigna concertada entre el Ejecutivo y las autoridades bávaras de no acusarse mutuamente.
En el secuestro perpetrado en los JJOO de Múnich, el 5 de septiembre, murieron once miembros de la delegación israelí, un policía alemán y cinco de los ocho integrantes del comando palestino.
Los JJOO de Múnich pasaron así a la historia como uno de los capítulos más trágicos del olimpismo y un auténtico trauma para los anfitriones alemanes, acrecentado por el hecho de que las víctimas eran israelíes.
El fiasco se produjo a pesar de que, como consta en las actas de “Spiegel”, las autoridades alemanas sabían que el comando palestino estaba escasamente preparado y con graves problemas logísticos, ya que habían tenido problemas incluso para encontrar hotel en Múnich.
Pese a esa falta de preparación, los palestinos no tuvieron aparentemente problemas para entrar, el día del secuestro, en los apartamentos de la delegación israelí en la villa olímpica.
Las autoridades alemanas no tomaron en cuenta, o lo hicieron sin la dedicación oportuna, una serie de advertencias previas a la posibilidad de un ataque a la delegación israelí.
Según consta en las actas, la embajada alemana en Beirut había advertido el 14 de agosto anterior de que los palestinos preparaban “algún tipo de incidente” en los JJOO, advertencia que Exteriores trasladó a las autoridades bávaras cuatro días después.
A esas advertencias de la embajada siguieron informaciones de prensa -concretamente, “Spiegel” se remite a las de la revista italiana “Gente”, del 2 de septiembre-, según las cuales un comando palestino preparaba “una acción” en Múnich.
Según “Spiegel”, las propias autoridades bávaras no tomaron en consideración tampoco una serie de recomendaciones elaboradas desde el estamento policial, para el caso de un ataque en la Villa Olímpica, cuestión que asimismo se trató de silenciar y minimizar después.