Olimpia rompió con la hegemonía
Olimpia hizo un quiebre disruptivo en la historia de la Copa Libertadores, fue el primer equipo que ganó el torneo sin ser uruguayo, brasileño o argentino; con un Luis Cubilla como entrenador y sus formas nuevas, el equipo paraguayo inscribiría su nombre ese año en el continente y luego en el mundo.
En otro formato al que actualmente conocemos, la Libertadores se disputaba en dos instancias de grupos, la primera con cuatro equipos (dos paraguayos y dos bolivianos) y la segunda con los ganadores de los grupos de la primera fase.
De esas dos fases, un total de 10 partidos, el Decano ganó 8, empató 1 y perdió 1, sacando la chapa de candidato.
En la gran final, de ida y vuelta, mediría al Boca Juniors del Loco Gatti, y dirigido por el Toto Lorenzo; que buscaba el tricampeonato.
Tantas historias se contarían de esas finales, desde la naranja en el Defensores en el tiro libre de Piazza que descolocó a Gatti y lo dejó sin reacción para el 2-0; al igual que el intento de soborno del presidente de Boca Juniors a Osvaldo Domínguez Dibb para que Olimpia fuera a menos en la revancha y pierda la copa.
Todas esas anécdotas, que hicieron grande la primera conquista de la Libertadores de Olimpia, que marcaría una serie de coincidencias que se mantienen hasta hoy en día.
LA CIFRA:
1979: 15 goles de los 23 anotados en esa campaña recayeron sobre Villalba, Talavera e Isasi, un Olimpia goleador.
La confirmación de un equipazo
Los finales de los 80 y principio de los 90 tendrían a un Olimpia sólido. Sin dudas de temer en todo el continente. Por eso la Copa de 1990 sería la consecuencia de un plantel afianzado.
Tras perder la final de 1989 ante Atlético Nacional, el Olimpia de Luis Cubilla iría por la gloria y la conseguiría en 1990.
En la fase de grupos se daría el gusto de dejar atrás a su clásico rival, Cerro Porteño, además de dos equipos duros de Brasil como Vasco da Gama y Gremio.
En cuartos eliminaría a Universidad Católica de Chile y en semifinales se daría el gusto de sacar de carrera a Atlético Nacional, el equipo que le arrebató la copa el año anterior.
Con Éver Almeida experimentado siendo referente del plantel, más la tremenda delantera que formaban Raúl Vicente Amarilla, Adriano Samaniego y un irreverente Gabriel González, la solidez de Silvio Suárez, Jorge Guasch, Fermín Balbuena y Luis Monzón, el equipo era equilibrado. En la final acallaría a toda Guayaquil, al empatar ante Barcelona.
LA CIFRA:
0 extranjeros tenía Olimpia en su equipo titular en las dos finales ante Barcelona. Solo 2 en la plantilla.
El retorno del Rey
La obtención de la Copa del 2002 tuvo sus grandes sorpresas, ese año Olimpia no llegaba como favorito y en el camino empezó a transformarse en candidato.
En la fase de grupos se cargó a rivales pesados como Flamengo de Brasil y Universidad Católica de Chile.
Como en toda la historia de Olimpia, los eventos extraordinarios ocurriría, y en octavos ganó la ida ante Cobreloa de Chile en la altura del desierto de Atacama, cuando el árbitro argentino Ángel Sánchez recibió un impacto de una pila, eso hizo que se suspendiera el partido cuando iba 1-1 y el franjeado lo gane después
En cuartos eliminaría al campeón defensor, Boca Juniors, con dos grandes duelos y en semifinales se cruzaría con Gremio, clasificando en una tanda de penales incidentada, de visitante.
La final tocaría con un São Caetano que llegaba por primera vez a esa instancia, como dicta la historia franjeada, lo ganaría de visita y sufriendo.
Las coincidencias que ilusionan
La campaña actual de Olimpia en la Copa Libertadores trajo muchas reminiscencias, comparaciones con campañas anteriores que dejan a los hinchas con la ilusión intacta de conseguir la cuarta Copa Libertadores.
La principal que se dio, es que Olimpia nuevamente eliminó al campeón defensor, este año Flamengo; en años anteriores Boca Juniors (1979 y 2002) y Atlético Nacional (1990).
Otra coincidencia es que la Selección Argentina salió campeón del mundo un año antes, en el 1978, y Olimpia lo hizo en el 1979. Esta vez Argentina ganó en Qatar 2022. Luego hay coincidencias más rebuscadas, como goles en contra, debuts de arqueros, entre otras, todas valen para la ilusión franjeada.
Fuente: Última Hora
