Se midieron dos equipos que serán rivales de clubes españoles en la reanudación de las copas europeas: el Nápoles se enfrentará al Granada en los dieciseisavos de final de la Liga Europa mientras que el Atalanta jugará los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid.
El del Maradona fue un partido muy táctico, poco espectacular y marcado por los choques físicos, con el Atalanta que tuvo las mejores oportunidades y que se topó con una buena prestación del meta colombiano David Ospina, protagonista con unas buenas intervenciones.
El equipo de Bérgamo, en el que fueron titulares los colombianos Duván Zapata y Luis Muriel, anuló por completo el 3-4-3 alineado por el Nápoles con su presión alta, lo que dejó siempre en inferioridad numérica a los tres delanteros, Matteo Politano, Lorenzo Insigne y el mexicano Hirving Lozano.
La mejor ocasión fue para el Atalanta, en la primera mitad, cuando el defensa brasileño Rafael Toloi pudo disparar a placer dentro del área. Sin embargo, pagó su falta de costumbre en zona ofensiva y remató fuera, perdonando a Ospina.
El guardameta colombiano también estuvo atento ante un remate del suizo Remo Freuler en la primera mitad y un cabezazo de Duván en la reanudación.
No hubo tiempo para grandes emociones y Nápoles y Atalanta se jugarán el billete para la final en el Gewiss Stadium en una semana.
El conjunto napolitano encara esta Copa Italia como vigente campeón, tras doblegar al Juventus el año pasado en la tanda de penaltis del final, mientras que el Atalanta fue finalista en la edición de 2019, perdiendo contra el Lazio.
