Comenzó a rodar en el fútbol a muy temprana edad y sus condiciones la llevaron pronto a jugar en la Selección Paraguaya de Fútbol. Con 17 años ya había tenido , luego alcanzó el histórico hito para fútbol paraguayo al conseguir la Copa Libertadores Femenina con Limpeño y más tarde a romper redes en la Albirroja.
En el Tacón, equipo que la llevó al fútbol europeo y que luego fue comprado por el Real Madrid, también dejó su huella al hacer el último gol para el ascenso del equipo y además de convertir en lo que sería el primer clásico femenino ante el Barcelona. En el cuadro español tuvo regularidad y convirtió 5 tantos en la temporada entre la copa y la máxima división.
El hecho de verla con la camiseta del Real Madrid es un orgullo para todos y en especial para el sacrificado fútbol femenino que a base de talento puro, mucha garra y recursos limitados se hace un lugar en la élite mundial abriendo el camino para otras jugadoras.
“La verdad que fue muy rápido para ella y para nosotros fue maravilloso, espectacular lo que le sucedió a ella”, expresó Aníbal Martínez, padre de la jugadora, en Fútbol a lo Grande.
Martínez lamentó que los protocolos del equipo merengue impidan que la jugadora pueda conversar con los medios y su entorno, pero transmitió la profunda emoción que tiene con este momento que pasa en su carrera la goleadora de 21 años que lleva 67 tantos al servicios de la Selección.