La natación es uno de los deportes más completos que se conocen y con mayores beneficios para la salud. Se puede lograr un fortalecimiento muscular, cardiovascular y estimular la coordinación mental sin generar grandes impactos en las articulaciones del cuerpo.
El origen de esta disciplina deportiva es milenaria, algunos textos incluso se remontan al año 4.500 a. C. con el descubrimiento de pinturas rupestres representando a humanos nadando en el antiguo Egipto. En la antigua Grecia se consideraba analfabeto si no se sabía leer o nadar.
La necesidad de saber nadar en aquella época se daba por una cuestión de supervivencia y con el paso del tiempo comenzaron las competencias para saber quién era el mejor. Y como toda disciplina deportiva, con el correr de los años fue evolucionando.
Así aparecieron los estilos de la natación: Pecho, libre, espalda y mariposa. Y también las categorías olímpica de competencia que son las series de 50, 100, 200, 400, 800 y 1.500 metros.
En Paraguay se inició de manera organizada en el año 1902 con la fundación del Club de Regatas El Mbigüá y en 1952 se participó del primer Campeonato Suramericano de Natación. Su práctica se volvió popular en las décadas siguientes en los niños y jóvenes.
Sin embargo, poco a poco ese auge se fue apagando con las nuevas generaciones por la falta de acompañamiento y apoyo de las autoridades. Lugares públicos para la práctica se cerraron y limitaron los espacios para la natación. Se fue perdiendo el interés.
Los Juegos Suramericanos Asunción 2022 nuevamente pusieron en relieve a esta actividad deportiva y durante los tres días de competencia se vio un lleno total en el Centro Acuático Nacional (CAN), un lugar que durante varios años estuvo abandonado.
Se espera un gran cambio
Los nadadores paraguayos de élite se mostraron confiados en que este evento organizado por el país dará nuevos aires a la natación. Destacaron la presencia de varios niños y jóvenes en las tribunas al ser una forma de motivación para introducirse al deporte.
“Tener un centro acuático repleto y con gente tratando de entrar es un sueño y que se esté disfrutando de este deporte es algo que hasta hace unos años nunca hubiésemos pensado”, afirmó el experimentado nadador paraguayo Benjamín Hockin.
Él fue unas de las personas que impulsó una campaña para adecuar el Centro Acuático Nacional, instalaciones que alberga la única piscina olímpica en Paraguay y que a futuro servirá para la preparación de más atletas de alto rendimiento.
Para el nadador Alejandro Evreinoff Salinas se tendrá un gran impulso con estas justas deportivas y espera que a futuro no se termine ese aliento de la gente. “El apoyo es fundamental y eso se sintió en estos Juegos Odesur”, afirmó.
Un aliento descomunal
Benjamín Hockin calificó como una experiencia increíble el poder haber representado al país de local y con el acompañamiento masivo de la gente que ovacionó a cada uno de los nadadores paraguayos sin importar el resultado. “Eso emocionó mucho”, expresó.
La promesa paraguaya Luana Alonso, quien a su corta edad ya viene logrando buenos resultados a nivel internacional, incluso llegó hasta las lágrimas por el fervor del público hacia ella. La gente estallaba de júbilo cada vez que la nadadora entraba en competencia.
Misma situación se dio con todos los nadadores que representaron al país como es el caso de Renato Prono, Charles Hockin, Matías López, Mateo Matheos, estos últimos tres lograron incluso medallas para Paraguay.
“Todos los atletas disfrutamos de una sensación diferente cuando tenemos a tanta gente gritando, podemos tener un impulso extra, una aire más. Se sintió el apoyo de todos y eso fue muy importante”, señaló Alejandro Evreinoff Salinas.
Matías López mencionó que el aliento del público le sirvió para lograr una remontada en los últimos metros y lograr su medalla de bronce. “Creo que el cariño y el apoyo de la gente vale mucho más que esta medalla. Ellos me dieron confianza y fuerza para empujar”, indicó.
El sacrificio que no se ve
Como sucede en muchos de los deportes a nivel local, varios de los atletas no se pueden dedicar solo a sus disciplinas deportivas, necesitan de otros trabajos para poder solventar sus gastos. La natación no es la excepción.
De igual forma, ellos deben pasar unas tres horas al día entrenando y acomodando sus horarios con otras responsabilidades. El sacrificio es aún mayor cuando se deja a un lado a la familia.
“Los resultados que se dan en la pileta es lo único que se ve, pero detrás de esos segundos hay toda una proyección, años de entrenamiento y de mucho esfuerzo y sacrificio”, refirió Evreinoff Salinas.
Matías López recordó que debió trabajar muy duro para sobreponerse y volver a ser competitivo a nivel sudamericano. “Fue mucho esfuerzo, mucha perseverancia. Fue ir subiendo escalón por escalón, trabajando día a día”, indicó.
En ese momento señaló que hace un año atrás estuvo a punto de renunciar a la natación por un cansancio mental que le impedía seguir disfrutando del deporte con el cual creció y le puso mucho empeño durante varios años.
El nadador aseguró que el apoyo y la confianza de mucha gente le permitieron salir de ese pozo. “Muchas personas me dijeron que yo podía dar todavía muchas cosas, lo que me permitió analizar y darme cuenta que la natación me sigue apasionando”, sostuvo.
La natación como estilo de vida
Alejandro Evreinoff Salinas resaltó que por medio de la natación pudo terminar una carrera universitaria en los Estados Unidos. “El deporte no solo te puede llevar a una competencia, también a logros académicos o laborales”, dijo.
Benjamin Hockin afirmó que “ama profundamente” la natación y lo valora mucho porque gracias al deporte pudo conocer varios países y formó su estilo de vida. “Es importante practicar algún deporte porque te dan valores que podés aplicar a toda la vida”, destacó.
Si bien reconoció que la motivación es como un sube y baja, como cualquier otro aspecto de la vida, resaltó que se hace mucho más fácil sobrellevar todo si uno tiene un objetivo claro y siente pasión.
