El penalti del danés Simon Kjaer, que derribó en el área a Mattia Destro, acabó con las esperanzas del conjunto romano, que como reconoció el técnico español “no tuvo su noche” en el Artemio Franchi de Siena
Por su parte, el Nápoles se reencontró con la victoria como local, tras cuatro empates y una derrota, al imponerse por 2-0 al Chievo Verona con goles de los uruguayo Miguel Britos, que estableció de cabeza el 1-0 a los catorce minutos, y Edinson Cavani, que firmó de penalti el definitivo 2-0 a los treinta y siete. EFE