Las delegaciones de los 14 países desfilaron por la pista del Estadio Nacional ante unas 20.000 personas, menos de la mitad del aforo, debido a que una parte del recinto se usó para el espectáculo y también por el escaso interés, que por ahora, despertaron los juegos entre los chilenos.
Paraguay desfiló con una reducida delegación y un abanderado inesperado. Es que Benjamín Hockin estaba en plena disputa de las finales de los 200 metros libre, donde terminó cuarto, por lo que tuvo que ser reemplazado por el también nadador José Lobo.
LA FIESTA. La primera parte del espectáculo se inspiró en los pueblos originarios de Chile, como los mapuches, con proyecciones de símbolos y una réplica gigante de una araucaria, el árbol más emblemático del país. Más de 850 actores y bailarines dieron vida a otros pasajes de la historia chilena, como la época de la colonia española y los libertadores que lograron la independencia.
El distinguido pianista Roberto Bravo y su pupila Mahani Teave interpretaron a cuatro manos la canción “Gracias a la vida” de la cantautora Violeta Parra, para dar inicio a un segmento cultural en el que se homenajeó a los grandes poetas y autores del país austral. Fueron leídos fragmentos de poemas de Pablo Neruda, Nicanor Parra, Gabriela Mistral, Pablo de Rokha y Vicente Huidobro.
También hubo tiempo para el recuerdo del cantautor Víctor Jara, asesinado por militares pocos días después del golpe de Estado de septiembre de 1973, y la epopeya del rescate de los 33 mineros de Atacama.
Llegado el turno de los parlamentos, tomaron la palabra Neven Ilic, presidente del Comité Olímpico de Chile; Carlos Arthur Nuzman, presidente de la Organización Deportiva Sudamericana (Odesur), y el presidente de Chile, Sebastián Piñera, quien dio por inaugurados los juegos.
La segunda mitad del espectáculo se centró en las principales figuras del deporte chileno y en los mayores eventos deportivos de la historia del país, como el Mundial de fútbol de 1962.
La antorcha sudamericana ingresó a la pista del Estadio Nacional y llegó hasta la exatleta Marlene Ahrens, medallista de plata en Melbourne 1956.
El fuego pasó por las manos del extenista Fernando González, el exboxeador Carlos Lucas, el exfutbolista Iván Zamorano y el extenista Nicolás Massú, todos ellos con alguna medalla olímpica en su palmarés.
Massú, doble medallista de oro en Atenas 2004, fue el encargado de encender la llama de los juegos al ritmo de la música de Los Jaivas.
Un espectáculo de fuegos artificiales y la actuación del popular cantante Américo puso el punto y final de la ceremonia de inauguración del evento, que este sábado seguirá con la disputa de 16 pruebas. EFE