Que el fútbol no sea más que admiración hacia la calidad y respeto a los rivales.
En la noche de este jueves, Ángel y Óscar Romero, los jugadores mellizos de Cerro Porteño mostraron su humildad y espíritu deportivo, firmando la casaca de un hincha de Olimpia, dejando atrás los colores. Lo mismo había hecho tiempo atrás el portero franjeado Martín Silva. ¿Conocés otros casos?
El fútbol es un hermoso deporte, pasión de multitudes, que genera sentimientos inexplicables en cientos de fanáticos que siguen a sus equipos y tienen a los jugadores en un peldaño muchas veces inalcanzable, como sus ídolos.
Para muchos, desde jugadores hasta hinchas, el fútbol es una maravillosa forma de vida, pero, a veces, esto se ve empañado, lastimosamente, por esta estúpida violencia sin sentido que en las canchas está ganando terreno.
Por ello, los protagonistas -jugadores, dirigentes y hasta periodistas- deben entender que sus palabras y expresiones, es decir, sus mensajes, son tomados muy en serio por muchos que “dejan la vida” por los colores que aman.
Tiempo atrás, Cesc firmó una casaca del Real Madrid durante un entrenamiento de la selección española.
En ese sentido, es importantísimo mostrar mensajes de deportivismo, hacer entender a los aficionados que esto es fútbol; que, si bien hay rivalidad, esta debe ser sana y que la violencia no es más que atraso y aquel que la practica debe sentirse avergonzado y excluido de esta estupenda manera de vivir que es “El Deporte Rey”.
En Sudamérica, el fútbol se vive distinto, muchas veces los partidos se vuelven verdaderos campos de batalla y la policía debe organizar un operativo de seguridad que hasta pareciera exagerado, pero que finalmente hasta queda pequeño a lo que es la realidad. No hace una semana que en Argentina murió un hincha de Lanús y toda una familia llora por su ida.
Por todo esto, las rivalidades se vuelven extremas y muchas veces los jugadores, desde la cancha, no ayudan. Es triste ver que verdaderos profesionales no den el ejemplo a las masas que asisten a verlos y que, para mal, los exalten aún más. Innumerables líderes negativos pasaron por la historia del fútbol y hoy no se merecen ser nombrados. Tampoco esos directivos que en su afán de dar relevancia a un partido, entrecruzan insultos y ofensas con un micrófono abierto a su colega rival.
Los que sí se merecen ser nombrados son aquellos que dan el ejemplo, aquellos que dejan la camiseta a un lado y entienden -y dan a entender- que la paz es vital, que el espíritu deportivo debe estar por sobre todo, por encima del resultado, por sobre la violencia.
Mucho se habló en el mundo de un gesto del futbolista del Barcelona de España, Cesc Fábregas, firmando alguna vez una camiseta del Real Madrid, tradicional rival de los azulgranas.
En Paraguay, los mellizos Romero, Ángel y Óscar, jugadores de Cerro Porteño, hicieron este jueves algo que no se ve mucho por estos lares. La firma de camiseta a un hincha del tradicional rival, es admirable, desde todo punto de vista; desde el chico que se acercó a pedir el autógrafo, hasta los jugadores que accedieron y los otros que respetaron.
Durante un evento en un conocido shopping, un hincha olimpista se acercó a los Romero a pedirle un autógrafo. Foto: @adrianlucena1
Los mellizos, figuras de hoy en Cerro, por sus capacidades deportivas y la humildad que los caracteriza, traspasaron la barrera del fanatismo y se ganaron admiradores rivales.
Yendo un poco más allá, un poco más en el pasado, recordamos a un Martín Silva, ídolo y figura del Olimpia, con algo similar, pero sustituyendo colores. Aquella vez, el arquero uruguayo del Decano era el ídolo de un pequeño que se acercó con su remera azulgrana a pedirle lo mismo.
Tal vez muchos piensen que la inocencia de unos chicos sea comprensible para hacer algo así y que un grande no lo haría, pero sería estupendo que los adultos copiemos estos gestos de unos pequeños gigantes que con su corta edad nos pueden enseñar muchas cosas en la vida, y hasta en el fútbol.
Martín Silva, tiempo atrás, firmando a un niño la camiseta de Cerro. ¿Conocés otros casos?
En Argentina, por ejemplo, la rivalidad entre los más grandes, Boca Juniors y River Plate, llevó a Ignacio Copani, músico hincha de este último, a componer una canción con un lindo mensaje, titulado “Igual que vos”.