El resultado deja a los dos equipos de Manchester empatados a 54 puntos al frente de la Premier League, si bien los “citizens” continúan en cabeza gracias a la diferencia de goles.
Ante la ausencia forzada del italiano Mario Balotelli, que cumplía el segundo de los cuatro partidos de sanción por pisar la cabeza de un rival en el último encuentro frente al Tottenham, Roberto Mancini optó por una delantera formada por el bosnio Edin Dzeko y el argentino Sergio “Kun” Agüero.
El español David Silva gobernaba como es habitual el centro del campo de los “citizens” que, en esta ocasión, se veía ahogado por momentos por las líneas adelantadas que plantó el Everton en los primeros compases del choque.
El líder de la liga fabricaba sus jugadas con paciencia en su propio campo, pero tenía problemas para avanzar hacia el área del guardameta estadounidense Tim Howard. Más allá de la línea de medios, los de Roberto Mancini, acostumbrados a jugar al pie, se veían obligados a buscar a Agüero y Dzeko por medio de pases largos que en raras ocasiones llegaban a su destino.
Los locales desplegaron una estrategia valiente ante los de Mancini, y estuvieron a punto de dar la sorpresa en los primeros minutos con un disparo del argentino Denis Stracqualursi que el defensa inglés Joleon Lescott despejó en la línea de gol.
El resto de la primera parte, el Everton prefirió dedicarse a destruir el juego del Manchester City, una tarea que desarrolló con efectividad, y hasta el minuto 22 no llegó el primer aviso de los de Mancini, por medio de un tímido disparo de Agüero que salió desviado por la derecha de la meta de Howard.
Cuando quedaba poco tiempo para el descanso, un espectador saltó al campo y se esposó a la portería del inglés Joe Hart, lo que otorgó cinco minutos a Mancini para dar instrucciones en la banda a Agüero, a quien pedía a través de gestos más profundidad.
La falta de ocasiones de peligro por parte del City continuó con la reanudación del segundo tiempo y, a los pocos minutos, los de Mancini recibieron un castigo que amenazaba su ventaja al frente de la liga.
En un contraataque, el Everton fue capaz de dar varios pases en las cercanías del área de los “citizens” sin que los defensas se adelantaran para detenerles.
Ante la pasividad de la defensa del City, el norirlandés Darron Gibson probó suerte con un tiro lejano que acabó en la red de la meta de Hart.
Los treinta minutos restantes fueron una muestra de la impotencia de los de Mancini por superar a un rival que destruía una y otra vez los tímidos ataques de los “citizens”, que en raras ocasiones llegaron a inquietar al guardameta Howard. EFE