Londres 2012 ultima sus estadios preocupada por el legado olímpico. {media} Londres vive tan preocupada por los Juegos Olímpicos del próximo verano como por el legado que dejarán en una ciudad de ocho millones de personas y graves problemas de espacio. Por ello, una de las consignas de la organización que más han escuchado durante los últimos años los arquitectos que han trabajado en proyectos olímpicos ha sido la de idear soluciones “sostenibles” y "útiles para las próximas generaciones”, explicó a Efe Chris Jopson, uno de los responsables del diseño del Parque Olímpico. Bajo esas premisas, tan solo cinco de los recintos que se levantan en Stratford, al este de Londres, serán permanentes, mientras que el resto se desmontarán por completo para liberar espacio en una de las ciudades más pobladas de Europa. Uno de esos cinco estadios que se ha levantado con la voluntad de que permanezca en el futuro es el Handball Arena (Estadio de Balonmano), que acaparará durante los últimos días de julio la mirada de millones de personas para convertirse después en un polideportivo municipal a disposición de los vecinos de una de las zonas más deprimidas de Londres. Tanto es así, que sobre el parqué donde los jugadores de balonmano lucharán en verano por el mayor reconocimiento deportivo del mundo están ya pintadas las líneas de las pistas de badminton, baloncesto y fútbol sala sobre las que, en apenas un año, se disputarán partidos de barrio. “La faceta más interesante de este edificio es la vida que tendrá tras los juegos, más incluso que su papel en los Juegos. Lo hemos construido pensando en que va a estar aquí, como mínimo, los próximos cincuenta años”, relató uno de los arquitectos del despacho británico Populous que han diseñado el Handball Arena, Brian Ditchbum. El recinto, que ha costado 30 millones de libras (34,5 millones de euros), incluye además elementos para mejorar la acústica con vistas a convertirlo en una de las salas de conciertos más populares de la capital británica. A los 6.000 asientos de las actuales gradas se sumará un aforo de 1.500 personas que podrán estar de pie, en la pista, frente a un escenario adecuado para bandas de tamaño medio, incapaces de llenar las 20.000 localidades de otros recintos londinenses como el O2 Arena pero a las que la mayoría de salas de la ciudad se les quedan pequeñas. También está concluido el mayor símbolo de los Juegos, el Estadio Olímpico, cuya estructura de acero blanco ya se levanta en el centro del Parque de Stratford y cuyo tartán rojo, por el que los hombres más rápidos del mundo se disputarán la gloria olímpica, está ya instalado. Temporalmente, el Estadio Olímpico, que ha costado 496 millones de libras (unos 570 millones de euros) es el tercer recinto deportivo con mayor capacidad del Reino Unido, con 80.000 espectadores, solo por detrás de Wembley (90.000 personas) y el estadio londinense de Rugby Twickenham (82.000 espectadores). Cuando se cierren los Paralímpicos, el 9 de septiembre, comenzarán unas obras de remodelación que restarán un cuarto de la capacidad al estadio, que se alquilará a un club de la liga inglesa todavía por determinar. El último de los grandes recintos que se terminó de construir fue el Centro Acuático, en el que se celebrarán las competiciones de natación y saltos de trampolín. Las dos piscinas, de 50 y 25 metros, lucen ya llenas de agua bajo la cubierta de un edificio diseñado por la arquitecta de iraquí ganadora del premio Pritzker Zaha Hadid y que ha costado 290 millones de libras (333 millones de euros). El diseño interior del Centro Acuático, en el que predomina el color blanco y cuya estética recuerda a la de un museo de arte contemporáneo, ha merecido diversos elogios por parte de los medios británicos y del alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, que afirmó tras verlo por primera vez que “no esperaba que fuera tan bello” y lo calificó de “poesía arquitectónica”. Las dos piscinas, de 3 y 5 metros de profundidad, tendrán asimismo una segunda vida después de los Juegos, cuando se retirarán las dos características “alas” que albergan 17.500 asientos, para dejar el recinto con un aforo máximo de 2.500 personas. EFE Por Guillermo Ximenis de EFE