Foto: El ciclista estadounidense Tyler Farrar (c), del equipo Garmin-Cervelo, cruza la línea de meta en primer lugar en la tercera etapa del Tour de Francia.
Redon, Francia (EFE). En busca de la originalidad y de mover la carrera desde los primeros compases, el Tour de Francia propone mañana una larga etapa por tierras bretonas que comenzará junto al mar, en Lorient, y acabará en el Muro de Bretaña, un puerto de tercera categoría.
Los dos kilómetros de esta pendiente de un desnivel medio de casi el 7 por ciento dictarán la sentencia de una etapa que, una vez más, no está pensada para la llegada al esprint.
Será de nuevo el turno, como el primer día con el Mont des Alouettes, de los escaladores con punta de velocidad, con el belga Philippe Gilbert como principal favorito.
Con el premio añadido de que, además de la victoria de etapa, puede vestirse de nuevo de amarillo, un color que perdió ayer tras la contrarreloj por equipos pero que puede volver a recuperar.
Antes, el pelotón recorrerá 172,5 kilómetros con bastantes cambios de orientación, con el viento como testigo y con una tachuela de cuarta categoría a casi cien kilómetros para el final, la Côte de Laz.
Datos de la 4º etapa:
Lorient - Mûr-de-Bretagne, 172,5 kilómetros
Esprint especial: kilómetro 92,5.
Montaña:
Puerto cat. km Long. Pen.media
Côte de Laz 4 79 1,6 5,9
Mûr de Bretagne 3 Fin 2 6,9
EFE