Los españoles Fernando Torres y Juan Mata lideraron este sábado al Chelsea y firmaron los dos goles que tumbaron al Arsenal a domicilio (1-2) y que asientan a los “blues” en lo más alto de la tabla de la liga inglesa.
El gol del marfileño Yao Gervinho al filo del descanso no fue suficiente para que los “gunners”, a quienes les falló la fortuna en el último tramo del encuentro, contrarrestaran la verticalidad y la efectividad con la que el Chelsea les castigó esta tarde.
Poco después del mediodía en Londres, el Arsenal saltó al estadio del Emirates, al noroeste de la capital británica, dispuesto a dominar un partido que debía confirmar el buen comienzo de los de Arsène Wenger en esta campaña.
A los veinte minutos, sin embargo, la asociación entre Mata y Torres fue una vez más letal, y los de Roberto Di Matteo adquirieron una ventaja que iba a condicionar el resto del encuentro.
El exvalencianista trazó un centro a balón parado desde la zona de tres cuartos que el brasileño David Luiz no pudo rematar de cabeza. El balón pasó de largo del defensa “blue” y siguió su camino hacia el segundo palo, donde esperaba Torres, que aprovechó un despiste del central francés Laurent Koscielny, de espaldas a la pelota, para meter el pie e introducir el cuero en la meta del italiano Vito Mannone.
El gol permitía a los “blues” afrontar el resto del duelo sin necesidad de arriesgar en el ataque y dejaba a Wenger con rostro de preocupación en el banquillo “gunner”.
Torres pudo además ampliar la ventaja apenas dos minutos después, al plantarse en solitario en el área de Mannone, si bien el “Niño” se acabó enredando con el balón y desaprovechó una de las mejores opciones del primer tiempo.
Con el partido roto y el juego alternando ambos campos casi sin transición, el Chelsea volvía a demostrar su capacidad de salir con velocidad al contragolpe, normalmente guiado por Mata, capaz de avanzar en vertical con el balón controlado y poner en aprietos él solo al a defensa local.
El Arsenal, por su parte, con un Mikel Arteta omnipresente en la zona de creación, un Lukas Podolski menos visible que en otras ocasiones y un Santi Cazorla desactivado por momentos por el centro del campo de los de Di Matteo, insistía en un juego colectivo más pausado, con las líneas más juntas y un ataque en bloque.
La estrategia de Wenger dio sus frutos apenas cinco minutos antes del descanso, cuando el inglés Alex Oxlade-Chamberlain aprovechó un espacio por la banda derecha que aprovechó para trazar un centro raso hacia Gervinho.
El marfileño esperaba en el centro del área, de espaldas a la portería de Petr Cech, donde paró el balón con el pie para girarse acto seguido y lanzar un tiro pegado al larguero sin dar opción al guardameta checo para reaccionar.
El tanto, poco antes de la media parte, era un golpe de efecto psicológico favorable a los locales, que salieron de las duchas convencidos de sus posibilidades y apretaron al Chelsea contra su propio campo durante los primeros minutos del segundo tiempo.
Los de Di Matteo, sin embargo, supieron golpear de nuevo en el momento en el que sus rivales desplegaban su mejor juego.
De nuevo Mata adquirió la responsabilidad de sacar una falta desde el exterior el área, y volvió a trazar un centro similar al del primer gol de los “blues”.
En esta ocasión el balón no encontró a ningún jugador, sino que sobrevoló a la nube de futbolistas que se quedaron mirándolo en el área y se escurrió pegado al palo izquierdo de Mannone después de rozar levemente la pierna de Koscielny, que sumaba su segundo error de la tarde.
El Arsenal no se rindió y, con los visitantes definitivamente a la defensiva para conservar un resultado que habrían firmado a priori en el Emirates, fue capaz de generar diversas ocasiones de gol en el último tramo del encuentro .
Los palos, Cech y la mala fortuna evitaron sin embargo en los últimos minutos que los “gunners” equilibraran el marcado en alguna de las diversas opciones que fabricaron en el área rival.