En la entrevista con Última Hora, donde Arturo Rubín explica por qué decidió mudarse de Radio Primero de Marzo a Monumental 1080 AM, también habló sobre su pase de la FM de Canal 100 a Urbana 106 FM.
-Tu relación con tus oyentes en la FM (hoy está en Radio Canal 100 y pasará desde enero a Radio Urbana) es casi sadomasoquista. Cuando estás de pocas pulgas, les retás y ellos igual te siguen.
-Son códigos entre ellos y yo. Yo transmito lo que siento o cómo me siento en el momento, y ellos entienden cómo estoy.
-¿Y sos como en la radio o es un personaje el que hacés?
-Es así como me sentís y me escuchás. Si estoy de mal humor, lo vas a saber; y si querés, me aguantás; y si no, no. Es más, les agradezco por la tolerancia.
-Yendo a un tema inevitable cuando se habla contigo, ¿por qué estamos más fuera que dentro del próximo Mundial?
-Porque no hubo transición, porque fue un error de Napout tener al Tata en la Copa América, cuando no definía si se iba o se quedaba. Se perdió toda una etapa de esa competencia. Y a partir de ahí los apurones y un técnico como el Chiqui -al que respeto mucho-, a quien le falta rodaje.
“NUNCA INTENTARON COMPRARME”
En la nota, Arturo también habló de los rumores sobre corrupción en el fútbol.
-¿Hay corrupción en el fútbol?
-Constatar es muy difícil. Se escucha, se dice, de lo que se habla es de la incentivación; el premio por ganar, que también está penado.
-¿Y en el periodismo deportivo?
-No quiero juzgar a nadie. Prefiero no entrar en ese tema.
-¿Nunca intentaron comprarte?
-Nunca. No lo van a hacer, ya saben la respuesta de antemano.
-¿Es difícil ser crítico en el periodismo deportivo sin correr el riesgo de que los referentes dejen de responderte?
-No dejas de tener razón. Cuando opinamos y después entrevistamos, puede haber enojos, pero ese enojo suele ser muy ocasional. Me ha pasado, sí, que alguna gente se enojó y dejó de responderme.
-¿Es muy diferente entrevistar a un político que a un dirigente deportivo?
-Mucho. El político habla de ficciones, el dirigente deportivo necesita resultados. No es lo mismo juzgar lo que técnicamente pasó en la cancha, que es objetivo y no se puede falsear, que esa realidad ficcionada que describen los políticos. El fútbol no tiene ficción; en política te pueden describir un mundo que no existe.