Svitolina venció por 7-5, 6-7(5) y 6-4 tras dos horas y 38 minutos de partido en un más que igualado partido que se resolvió por muy pequeños detalles, quizá el más destacado el mejor aprovechamiento de los puntos de rotura de la ucraniana con cinco de ocho (63%), mientras que la holandesa se quedó en 3 de 9 (33%).
En el resto de apartados, la igualdad fue casi total como indican el marcador del partido y el tiempo de duración del mismo. Bertens finalizó con 111 puntos y Svitolina con 114.
Stephens necesitó de casi dos horas para doblegar a Pliskova, que acabó el partido con serios problemas físicos, por 0-6, 6-4 y 6-1.
El rosco que Pliskova le endosó a la estadounidense no admite más comentarios. En el segundo set, Stephens mejoró en el servicio y eso le acabó dando la victoria, mientras que en la manga definitiva, los problemas físicos de la checa hicieron que la victoria se decantara con facilidad para la americana.
Ninguna de las dos finalistas estaba llamada a disputar la final, tampoco las otras dos semifinalistas, pero Svitolina y Stephens, que se han enfrentado en tres ocasiones, 2-1 para la estadounidense, la última este mismo año en Montreal (Canadá) por 6-3 y 6-3, son las elegidas.