Miroslav Klose nació en la ciudad de Opole, Polonia, el 9 de junio de 1978, producto de la unión de una familia apasionada al deporte.
Su mamá, Barbara, fue jugadora de la selección polaca de hándbol, mientras que su padre Józef, un modesto delantero que luego de jugar por varios clubes germanopolacos migró al Auxerre de Francia, lugar donde encontró su consagración pero en tiempos en que lo monetario no era del nivel de estas épocas.
Inspirado en su progenitor, Miroslav pateó sus primeros balones en la quinta división del Kaiserslautern alemán, mientras se desempeñaba como albañil para poder sobrevivir.
Sin embargo, nunca perdió las esperanzas y en el año 2000 tuvos su oportunidad en la Bundesliga, donde sorprendentemente logró 44 goles en cuatro temporadas del certamen, y dos goles en la Copa UEFA 2000/01, donde alcanzó las semifinales y fue llamado por la Selección Alemana.
El 24 de marzo del 2001 debutó con los teutones ante el cuadro de Albania, y cuatro días después ayudó a Alemania a liderar su grupo de clasificación al Mundial de Corea-Japón 2002 anotando un gol ante Grecia.
Es ahí donde empieza la leyenda de quien con 16 goles ha logrado superar al “O fenómeno” Ronaldo (15), para convertirse en el máximo goleador de la historia de los mundiales, certamen ecuménico en el que marcó su último tanto en la semifinal contra Brasil, el 8 de julio de 2014. Mirá.
- Máximo Goleador Histórico de la Copa Mundial de Fútbol (16 goles) 2014 - Presente
Pero si hay algo que por siempre marcará la historia como profesional de este gran hombre del fútbol serán dos momentos únicos. “Miro” tuvo la dignidad de reconocer ante los árbitros que metió un gol con la mano (Lazio) y también que nunca existió un penal sancionado a su favor (Werder Bremen).