Tras ser el curso pasado el hazmerreír de la NBA (batieron el récord de partidos seguidos perdidos en una sola campaña con 28), los Pistons (19-19) han recuperado sensaciones esta temporada y esta noche rozaron la remontada tras ir perdiendo de 18 puntos en el último cuarto y pese a llegar en ‘back-to-back’ tras ganarle el miércoles a los Brooklyn Nets.
En cambio, este triunfo aunque sufrido al final reanimó a unos Warriors (19-18) que habían perdido dos encuentros seguidos en casa y que en Detroit iniciaron una gira de cuatro duelos que les llevará en los próximos días a visitar las canchas de los Indiana Pacers, los Toronto Raptors y los Minnesota Timberwolves.
Stephen Curry no tuvo su noche en cuanto a puntería y acabó con 17 puntos y un muy desacertado 5 de 21 en tiros incluyendo un atroz 2 de 14 en triples. No obstante, aportó 10 rebotes y 6 asistencias.
Sin embargo, otros cinco jugadores de Golden State lograron 10 o más puntos: Buddy Hield (19 puntos con 5 de 11 en triples), Trayce Jackson-Davis (14 puntos y 10 rebotes), Dennis Schroder (13 puntos y 6 asistencias) y el valioso oxígeno desde el banquillo del brasileño Gui Santos (13 puntos) y Lindy Waters III (11).
Los Warriors consiguieron 15 rebotes ofensivos (7 de los Pistons) y lograron 21 puntos en segundas oportunidades (6 de Detroit).
Cade Cunningham (32 puntos, 6 rebotes y 8 asistencias con 12 de 21 en tiros) lo intentó todo sin éxito en los Pistons, que también contaron con 21 puntos de un Malik Beasley que tuvo un triple en el último suspiro para haber llevado el duelo a la prórroga.
Remontada inacabada
El músculo, el derroche físico y el colmillo de los Pistons asustó en el arranque a los Warriors, pero los de Steve Kerr no tardaron mucho en tomar las riendas del partido.
Ni siquiera necesitaron el acierto desde el perímetro (terrible 1 de 9) ya que Golden State encontró autopistas en la zona de Detroit y sumó 20 puntos en la pintura en el primer cuarto para cerrarlo por delante (23-25).
Entre la sólida defensa visitante y el atasco ofensivo local, la primera parte se le hizo cuesta arriba a unos Pistons que llegaron a perder de 18 puntos en el segundo cuarto.
Un pequeño arreón justo antes de irse al vestuario limitó las pérdidas de los locales, que aun así llegaron al vestuario con pobres sensaciones, 13 pérdidas de balón y un 47-57 en contra.
Ningún jugador alcanzó los dobles dígitos de anotación en la primera mitad. Curry solo sumó 9 puntos con un triste 1 de 6 en triples, pero el banquillo de los Warriors, con Santos y Waters III pidiendo paso, aportó 23 puntos en total.
Los Pistons no encontraron la pócima mágica para resucitar en el intermedio y los Warriors abrieron la brecha y amenazaron con romper el encuentro con un +17 tras un triple de Schroder (53-70 con 7.53 por jugarse).
Pero los de J. B. Bickerstaff reaccionaron cuando parecían ya con un pie fuera del encuentro con un potente parcial de 11-0 y tres triples consecutivos de Ron Holland, Cunningham y Tobias Harris.
A los Pistons siempre pareció faltarles esa chispa necesaria para superar a los Warriors y asumir definitivamente el control del partido.
Tras ese prometedor parcial no lograron darle continuidad, aterrizaron en el último cuarto por debajo (74-82) y llegaron a perder de 18 puntos (80-98 con 5.40 para el final).
Pero los Warriors se relajaron en exceso y los Pistons, con un espectacular Cunningham al mando de las operaciones (18 puntos en el último cuarto), firmaron un parcial tremendo de 22-6 para colocarse a solo 2 puntos con 23 segundos por jugarse (102-104).
Golden State se había enredado en la recta final con varios errores graves como uno de Curry que le regaló una posesión a Detroit, pero el base enmendó ese fallo con dos tiros libres clave y la victoria fue para los Warriors después de que Beasley fallara el triple en los últimos segundos para haber forzado la prórroga.
