Los aficionados vitorearon el nombre del charrúa y le lanzaron camisetas de Grêmio y banderas de Uruguay, mientras el delantero de 37 años se disponía a tomar un avión hacia Montevideo, acompañado de su familia.
Suárez jugó una temporada en Grêmio y consiguió llevar al equipo, recién ascendido a la primera división, hasta el segundo puesto en la clasificación de la liga, a tan solo dos puntos del campeón, Palmeiras.
Un día antes de su adiós, Suárez recibió el premio Bola de Oro, que reconoce al mejor jugador del Campeonato Brasileño, después de haber anotado 17 goles en la liga.
En toda la temporada, Suárez disputó 42 encuentros, con un balance de 22 goles, 14 asistencias y el título regional de Río Grande do Sul, además del éxito que supuso el segundo puesto en la liga.
El jugador de 37 años todavía no ha desvelado su futuro, pero según el diario ‘Miami Herald’, ya ha acordado su fichaje por Inter de Miami, club en el que volvería a ser compañero de Lionel Messi.