Fin de un ciclo

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Robert Harrison, presidente de la APF.

Foto: Última Hora

En Twitter @mmmichelagnoli

Fue anunciado por el titular de la el retiro de su nombre como candidato a continuar al frente de la institución que rige al . Corresponde un análisis sucinto de lo realizado y no realizado.

Primero entonces, cabe ser gratos con el enorme legado del señor RH.

Ha materializado con obras de infraestructura la sede para la administración del fútbol. También le asiste en méritos la remodelación del casi nuevo estadio . Le sigue el parque futbolero de Ypané para las selecciones nacionales. El Parque Guasu con excelentes canchas y gramados impecables.

Ha tenido una administración impecable generando recursos de la difusión de este deporte de convocatoria emblemática. Ha instaurado un campeonato que incluye a clubes del interior del país. Por último, y quizás más importante, ha clarificado la confianza en la dirigencia local quienes previamente en su enganche con la Conmebol perdieron la ética y abrazaron intereses oscuros.

No es poco todo lo mencionado como gestión.

Déficits hubo en la parte deportiva, es decir, lo que ocurre en la cancha no ha sido un acierto en términos de propiciar lo que el pueblo quiere. Este deseo general de participar en el Mundial no es racional. Competimos con expectativas muy altas en las Eliminatorias de Qatar. Los objetivos para un Mundial deben ser la culminación de planes que precisan planificación y largos plazos, constancia, mucho trabajo previo con las selecciones juveniles y hasta suerte, porque de fútbol hablamos. Además, los grandes jugadores vienen en camadas y no tuvimos ni uno ni otro de lo mencionado.

Las selecciones son el reflejo de los clubes que componen al fútbol país. Gran déficit existe en exigir las canchas apropiadas en todos los clubes que participan de sus campeonatos y que precisan nuestros jugadores para mejorar la tosca técnica que nos caracteriza.

La condición socioeconómica de muchos de nuestros jugadores carecen de la preparación física o mental para ser atletas sanos e inteligentes. Tampoco existe más que un puñado de técnicos locales capaces de manejar nuestras selecciones.

El fútbol del futuro será de atletas inteligentes, seleccionados a tempranas edades con tecnologías digitales e inteligencia artificial y entrenados con alta exigencia con base científica comprobada. La preparación física es lo básico (aún es deficiente ) y el potencial que dará ventaja competitiva devendrá de la inteligencia del jugador.

Debemos los dirigentes con amplia platea de participación elaborar el manual del nuevo fútbol para el país. El fútbol ya no se puede jugar con posibilidades internacionales recurriendo a la garra y a los centros. Está perimido.

Entonces, con muchas luces y variadas sombras miramos con optimismo la nueva camada de dirigentes que tendrá la ardua misión de revolucionar el fútbol paraguayo.

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