“Uno quiere que la gente venga y vea a los mejores futbolistas del mundo”, manifestó en Río de Janeiro el presidente de la , el paraguayo , tras inaugurar un pequeño césped artificial en la playa de Copacabana que exhibirá hasta el final del torneo, el 7 de julio, réplicas de los trofeos de la Conmebol, incluido del de la .
Domínguez admitió su preocupación con el reducido número de aficionados que se congregaron en Porto Alegre el sábado para el partido que venezolanos y peruanos igualaron sin goles en el cierre del Grupo A, que lidera Brasil tras golear por 3-0 a Bolivia.
Menos de 40.000 aficionados asistieron al partido jugado en el estadio Arena do Gremio en contraste con los llenos del viernes en la apertura en el Morumbi de Sao Paulo, y el del choque que Colombia ganó por 0-2 a Argentina en el Fonte Nova de Salvador.
“Hay partidos que tienen muy buena venta y otros que lamentablemente tienen menos”, admitió el directivo, que anunció hoy una partida de 1,1 millones de dólares para cada una de las diez federaciones asociadas con destino a la promoción de proyectos de fomento al fútbol.
“Para nosotros, fútbol es donde rueda un balón”, dijo al inaugurar.