“Sigo pensando igual, no es momento de especular, y respeto las opiniones de todos, lo otro ya será un análisis”, señaló el estratega en la rueda de prensa posterior al partido que Perú empató 1-1 con Venezuela en el Estadio Nacional de Lima.
Reynoso reiteró que está “seguro” de su decisión y enfatizó que no tiene la intención de convencer a las opiniones, casi unánimes en su país, que piden su salida.
“Lo que diga hoy seguro caerá en saco roto, tengo argumentos validos, pero lo que diga hoy, por el dolor, no será tomado en cuenta”, remarcó.
El seleccionador añadió que le “motiva el compromiso” de los jugadores, aunque admitió que “es natural que la gente se exprese de esa forma”, en referencia a los cánticos que lanzaron miles de aficionados en el Estadio Nacional pidiendo que sea destituido.
“Yo vine a tratar de ayudar a la selección en el corto plazo para clasificar y en el mediano plazo para intentar reestructurar algunas cosas” acotó para luego remarcar que ningún dirigente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) le ha pedido la renuncia.
Tras reiterar que entiende “la coyuntura, la molestia de la gente” acotó que, en su opinión, el trabajo que realiza al frente de Perú “va más allá de solo los resultados”.
Antes de concluir una breve rueda de prensa en la que solo fue interrogado sobre su permanencia en el cargo, Reynoso admitió que esto depende de los dirigentes y sostuvo que si en algún momento piensa que está haciendo mal su trabajo “no tendría ningún problema en dar un paso al costado”.
Medios locales señalaron tras el partido contra Venezuela que el director general de las selecciones peruanas, Juan Carlos Oblitas, pedirá en las próximas horas la renuncia de Reynoso, mientras que para este miércoles se anuncia una reunión del directorio de la FPF para analizar la discreta campaña de Perú en las eliminatorias. EFE