Con sangre fría, Durantula sumerge en llamas a todo Cleveland

VIDEO. Activado en modo killer, Kevin Durant infectó a Cleveland y los Warriors dejan la serie final 3-0 a su favor.

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Kevin “Durantula” Durant. Ilustración: B/R

Por Juan Pintos Sumi -

Luego de hundirse en sus primeros dos intentos, los Cavaliers retornaban a casa para levantar cabeza y saltar a la pista con el corazón en la mano.

Desde el inicio del tercer juego los locales anunciaron una lucha de vida o muerte, tomando el control en un comienzo favorable que les mantenía con las esperanzas intactas.

Pero pronto Durantula se activaría en modo killer para asechar e inyectar su dosis letal de veneno; con 43 puntos, 13 rebotes, 7 asistencias y un triple fulminante infectando a toda la ciudad de Cleveland con una nueva victoria a domicilio del equipo de Golden State. Warriors 110 – Cleveland 102.

Dejando la serie 3-0, los Warriors preparan la escoba y anuncian una barrida, quedando apenas a una victoria de alcanzar consecutivamente la gloria. Su tercer campeonato en los últimos 4 años.

¿Evitará el Rey LeBron la invasión de los chicos malos de la bahía y el festejo en su propia tierra?

TREMENDO INICIO. Todos sabíamos que los Cavs saldrían a jugar como si no hubiera un mañana, y efectivamente fue así. Tempranamente Kevin Love descorchaba el aro con un triple seguido de otro triple de J.R. Smith. Del otro lado respondían Green y McGee.

Pronto J.R. Smith asistido por James entraría en tierra de gigantes para encestar frente a los hombres de mayor envergadura del equipo visitante. En el siguiente ataque Curry anunciaba una noche tan imprecisa como imprevista para él, errando su primer triple de los 9 que fallaría en toda la noche.

Del otro lado, el Rey del Este coronaría el tremendo inicio haciendo comer una finta a McGee para posteriormente lanzar el balón al tablero desde la línea de tiro libre y enterrarla en el fondo del aro con un autopase bestial. Todos en el Quicken Loans Arena se levantaban de sus butacas para aplaudir y desde Paraguay todos dejábamos caer el edredón luego de levantarnos del sofá para sacudir las manos, esa noche había algo en común que unía naciones: la euforia de ver a una leyenda defender su trono.

12-4 arriba Cleveland, tiempo muerto y oxígeno para los GSW.

EL DESPERTAR DEL DEPREDADOR. Transcurría 4 minutos de juego y los locales ampliarían su predominancia a 12 puntos (16-4), la mayor ventaja de CLE en lo que va de finales. Y fue en ese preciso instante cuando el depredador Kevin “Durantula” Durant saldría de su madriguera para asechar lentamente a su presa.

KD asistido por Klay con un fadeaway sumaría sus primeros puntos de la noche. Desde ahí y en un santiamén Durantula sumaría 11 puntos para igualar las cosas 26 a 26, en un primer cuarto que finalmente terminaría 29 a 28 a favor de los locales.

Kevin Durant modo killer activado: 13 puntos, 7 rebotes, 100% de efectividad con 4 de 4 en tiros de campo y 1 de 1 en lanzamientos de 3 puntos, todo esto en un cuarto.

En un tremendo inicio los Cavaliers ganaban por 12 puntos y en un abrir y cerrar de ojos acabaron el mismo parcial con una ventaja mínima ante unos Warriors desacertados. La esperanza de los Cavs que flotaba bajo la luz pronto se sumergiría en la oscuridad de las profundidades. Para muchos era la crónica de una muerte anunciada, pero aún quedaba mucho juego por ver.

El segundo parcial inició con las mismas características del primero, los Cavaliers con un aguerrido juego defensivo, con un Kevin Love encendido en ofensiva y bien acompañado por Rodney Hood desde el banco.

Los Splash Brothers seguían apagados y teniendo a Curry y Green con problemas de faltas los Warriors pasaban automáticamente a depender exclusivamente de los servicios de Kevin Durant, quien cargaba eficientemente a los suyos y hacía suficiente contrapeso a favor del equilibrio de su equipo, labrando una de las páginas más perfectas que puedan contar las historias de finales de la , el cual incluye un asombroso lanzamiento desde el perímetro a falta 1.3 segundos para cerrar la primera mitad 58 a 52.

EL TERCER CUARTO DE TERROR. Cualquier equipo de la NBA despierta del susto en medio de la noche luego de la pesadilla que siempre imponen los Warriors en su parcial preferido. La noche del miércoles no fue la excepción.

La combinación de tres anotaciones seguidas del pivot McGee con otro triple de Durant fueron suficientes para igualar el evento a 61 para cada bando. A partir de ahí los dirigidos por Steve Kerr tomaron el control de las acciones.

Los combativos Cavaliers remaban y remaban, pero lo cierto y lo concreto es que les resultaba imposible contener el caudal de los Warriors, que poco a poco pasaban del portón al jardín para tocar la puerta y entrar a la antesala de la gloria colectiva, al triunfo final que los llevaría nuevamente a lo más alto, a la cúspide donde se acostumbraron a permanecer y nadie logra acercarse hasta el momento.

Un lugar a la altura de su propia historia y cualidades, de un equipo que juega al basketball mucho mejor que la versión más brillante de los Spurs de Greg Popovich.

LOS ÚLTIMOS 12 MINUTOS. El último cuarto iniciaba con una diferencia de dos puntos que Rodney Hood se encargaría de deshacer. Con la noche igualada quedaban 11 minutos de juego que se volverían muy atractivos mediante ataques respondidos con ataques, fuego contra fuego, condición que no permitía a ninguno de los equipos tomar la ventaja y ampliarla. Por momentos se convertía en un duelo mano a mano entre Durant y Hood.

Segundo tras segundo el reloj iba descontando minutos y la diferencia se mantenía en la mínima. A Falta de 3 minutos para el final las cosas iban igualadas a 96 y Kevin Love nuevamente pondría en ventaja a su equipo desde la línea de tiro libre. Quien cometiera la menor cantidad de errores se llevaría la victoria.

Curry respondería con una bandeja para recuperar la ventaja mínima y luego de una perdida de Love encestaría su primer triple de la noche (1/10) para extender la ventaja a 4 puntos. LeBron respondería el teléfono con otro triple para acortar nuevamente la diferencia, 100 a 101.


EL NOMBRE QUE TODOS RECORDARÁN. Kevin Wayne Durant, Durantula, KD, La Muerte, La firma que duele, es el hombre y el nombre de quien todos recordarán, para bien o mal. Luego de una volcada de Iguodala los Warriors recuperaban la posesión con una ventaja de 3 a falta de un minuto por jugar, un error del equipo de Golden State implicaría una posesión y oportunidad de poder empatar para los de Cleveland, pero eso no fue posible.

Como todo depredador especializado, KD esperó el momento justo y el lugar adecuado para atacar e inyectar su dosis letal. Extendió sus largas patas, se elevó sobre la humanidad de Smith y desde más de 8 metros del aro lanzó el veneno fulminante que intoxicó a todo Cleveland. "¡From downtown, Kevin Durant, BAAAAANG, it’s good!”.

Foto: NBA Latam

Mismo juego 3, mismo escenario, mismo momento, un año de diferencia, dos jugadas históricas, el tiro del año una vez por año, una jugada calcada de Kevin Durant. El jugador más determinante de la actualidad lo había hecho de nuevo, de manera majestuosa, antológica e inolvidable.

Una vez más todas las naciones se unieron para levantar los brazos a favor de una nueva leyenda que exigía el trono con suma autoridad, la antorcha pertenece a Kevin Durant desde hace dos años.

Todos de pie frente al sofá delirando con lo que veíamos siendo testigos de un hecho histórico y descomunal, desabrigados sintiendo el clima en Paraguay, pero más frío se sentía en Cleveland, con la ligera y congelante brisa de la derrota, con las esperanzas tiradas en el suelo, como un edredón.

Foto: NBA Latam

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