El fútbol en el estadio Marcelo Bielsa de la ciudad de Rosario quedó manchado por los brotes de violencia generados en las tribunas por barras bravas de ambos equipos.
Newell’s mantuvo el control del balón durante la primera mitad y generó varias oportunidades de gol, pero se encontró con una pared en la portería defendida por Cássio, una de las figuras del partido.
Corinthians apostó por un libreto conservador y la posibilidad de sorprender en el contragolpe.
El descanso debió alargarse en el estadio Marcelo Bielsa de la ciudad de Rosario debido a enfrentamientos entre fanáticos de la lepra y del Corinthians.
La Policía apareció en minutos inundando parte de la tribuna con balas de goma y gases lacrimógenos.
Pese a que los propios jugadores de ambos equipos aparecieron en la cancha para tratar de calmar la situación, el colegiado prefirió demorar el inicio del segundo tiempo hasta que bajaran los ánimos de los fanáticos.
Durante la segunda mitad, los dirigidos por Gabriel Heinze mantuvieron la presión, pero pecaron por la falta de precisión en la puntada final.