Este martes se realizó una reunión en la Conmebol con la presencia de los presidentes de los equipos finalistas, River Plate y Flamengo, teniendo como tema principal la sede de la disputa del cetro continental.
En esta cumbre, la sede Chile fue oficialmente descartada debido a la crisis social que se produce en el país trasandino que impedirá el desarrollo normal de la final de la Copa Libertadores de América de la edición 2019.
Tras horas de debate entre todos los protagonistas, Alejandro Domínguez, el presidente de la entidad matriz del fútbol sudamericano comunicó en conferencia de prensa el cambio de Santiago por Lima (Perú) y en el Monumental de Lima.
“Nuevas circunstancias de fuerza mayor y orden público, analizadas y evaluadas con prudencia, considerando la seguridad de los jugadores, del público y de las delegaciones, motivaron la decisión de llevar la final a Lima, Perú, y mantener la fecha del 23 de noviembre”, explicó al Conmebol en una nota publicada en su página web.
“La decisión fue consensuada con los presidentes de los clubes Flamengo y River, de las asociaciones de Argentina, Brasil y Chile y se sustentó asimismo en la política de realizar cada una de las finales únicas en diferentes países”, agregó el comunicado.
Desde hace varios días se venía manejando la posibilidad del cambio, aunque los informes periodísticos ponía como posible escenario el General Pablo Rojas, perteneciente al Club Cerro Porteño, que acogerá este sábado 9 la final de la Copa Sudamericana.