Obligado a hacer un partido perfecto, Cerro Porteño cayó en la trampa que le plantó el anfitrión y último campeón del certamen, el Carlos Barbosa, para así despedirse de la ilusión de volver a levantar la Copa Libertadores de .
Meritoria participación del equipo paraguayo, que de todas formas lo intentó, con mucho corazón, aunque sin encontrar el camino para romper la estrategia de los locales, la cual básicamente consistió en bloquear al Cholo Salas y aplicar una contundencia tal para que al término de la primera etapa concrete 5 de las 6 anotaciones que logró en la tarde del sábado.
En la complementaria, René Villalba hizo el tanto del honor, dando una mínima esperanza a sus compañeros antes de irse expulsado por una reacción innecesaria sobre uno de sus rivales de turno, enseñando con ello la muestra más importante de que el objetivo esta vez sería inalcanzable.
Cerro Porteño había llegado a semifinales luego de dejar en el camino al Leones de Nariño de Colombia por 3-0 y ahora, el domingo desde las 11.00, los azulgranas podrán pelear por el tercer lugar del torneo ante el Magnus Sorocaba. Por su parte, el Barbosa irá luego por un nuevo título (el quinto) ante el Joinville. Un clásico brasilero hecho como para alquilar balcones.