La falta de acierto en los metros finales de locales y visitantes condenó al y al a un empate que les impide dar el salto a la zona noble de la clasificación.
Y no fue por empeño, ya que los dos conjuntos buscaron con ahínco la portería rival, convirtiendo el duelo en un constante ir y venir de una portería a otra.
Un frenético ritmo no exento de calidad, como quedó demostrado en los dos goles, ya que si Sebastian Rudy abrió a los 6 minutos de juego el marcador para el Hoffenheim con un potente remate de primeras desde fuera del área, el tanto del empate local llegó tras una fantástica triangulación.
El suizo Admir Mehmedi culminó a los 36 minutos con un violento remate una acción que él mismo inició y en la que tuvo un papel fundamental el delantero holandés Wout Weghorst, que dejó solo al internacional helvético en el interior del área con un soberbio taconazo.
Ese tanto pareció desatar definitivamente al Wolfsburgo, que un minuto después dispuso de una inmejorable ocasión en la botas de Weghorst para ponerse por delante en el marcador.
El Hoffenheim acarició la posibilidad de alzarse con el triunfo en los minutos finales en un contragolpe del armenio Sargi Adamyan que el portero local impidió que acabase en gol.