En su primera intervención internacional, Sportivo Limpeño escribió la historia más grande como bonita de su historia al derrotar 2-1 en la final de la a Estudiantes de Guárico. Las paraguayas mostraron buen fútbol y rebeldía para remontar el marcador adverso y alzar el preciado trofeo continental.
El conjunto albirrojo, que soportó un gol mal anulado, tuvo que remar contra la corriente en el encuentro, desde los dos minutos del complemento cuando se produjo la anotación de las caribeñas. Las últimas campeonas de la Primera División en el fútbol femenino venezolano marcaron por intermedio de Paola Villamizar, su principal figura.
En el segundo tiempo, las paraguayas expusieron un gran esfuerzo sobre el terreno de juego y apretó a su rival, hasta forzar la expulsión de Maikerlin Astudillo por doble amonestación (64). La presión alta continuó y surtió efecto a los 72' cuando apareció la pegada de Liz Peña para emparejar el marcador de forma justa.
En los minutos finales, con mejor resto, Limpeño buscó llegar al desnivel en el estadio Suppici de Colonia. Puso ganas, impulso, amor propio y hasta lograron imponerse a un minuto de la finalización mediante un zapatazo de Damia Cortaza, que dio en el travesaño pero picó adentro del arco de las venezolanas para expandir la felicidad desde Colonia a todo el Paraguay.
CAMPAÑA. Camino a la final, el elenco guaraní superó en fase de grupos a Universitario de Perú 4-0 y Colón de Uruguay 3-2, e igualó frente a Urquiza de Argentina sin goles. En las semifinales, el elenco paraguayo consiguió su pase a la final al imponerse por 2-0 al Adi Foz Cataratas, de Brasil, con goles de Rosa Aquino y Marta Agüero.